«AÑOS : VEINTE» Lectura del poema de mi libro LAS FRUTAS SOBRE LA MESA
mayo 30, 2023 a las 11:04 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Creación, JARDIN DE DELICIAS, MI POESÍA SEGÚN ..., MIS POEMAS, Miscelánea, Personalísimas, Recitales y Conferencias | 1 comentarioEtiquetas: César Chaman, Ensayo General, María Ynés Aragonez, Poemas de Sonia Luz Carrillo, Poesía peruana, Poesía Sonia Luz Carrillo, Poetas Peruanos, Sonia Luz Carrillo, Sonia Luz Carrillo Mauriz
Aquí está la gabación , gracias a la plataforma ENSAYO GENERAL , dirigida por los comunicadores peruanos María Ynés Aragonez y César Chaman. Esta grabación se hace a propósito de la reedición de mi primer poemario SIN NOMBRE PROPIO, que este año 2023 está cumpliendo cincuenta años de su primera edición.
TANTO PEOR PARA LA REALIDAD. Poema de ALEJANDRO ROMUALDO
enero 12, 2023 a las 5:57 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: Alejandro Romualdo, Poemas Cuarto Mundo, Poemas de Alejandro Romualdo, Poesía de Alejandro Romualdo, Poesía en el Perú, Poetas Peruanos, Tanto peor para la realidad


Poema del poeta peruano ALEJANDRO ROMUALDO en su libro CUARTO MUNDO, publicado por Editorial Losada, Buenos Aires, en 1970.

VALLEJO por SÉRVULO GUTIÉRREZ
agosto 26, 2019 a las 11:36 pm | Publicado en Algunas fotos, Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: ANEA - Perú, césar vallejo, Poeta César Vallejo, Revista Garcilaso ANEA, Sérvulo Gutiérrez

César Vallejo en apunte de Sérvulo Gutiérrez. Portada de la Revista Garcilaso de la ANEA.
En Garcilaso, órgano de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas , ANEA, n° 6, de agosto de 1961, se rinde homenaje al extraordinario pintor Sérvulo Gutiérrez (Ica, 1914- Lima, 1961). La edición que lleva diversos materiales, incluyendo un poema a Sérvulo de Raquel Jodorowsky, tiene como portada este estupendo apunte que el pintor iqueño había realizado de César Vallejo.

Revista Garcilaso de la ANEA, N° 6, agosto 1961
Revisando papeles de nuestro «increíble» (según algunos amigos) archivo familiar, encontré este ejemplar con todos los agravios del tiempo. El apunte, se señala en el Sumario, era propiedad del doctor Manuel J. Chávez Laso. La edición estuvo a cargo del reconocido intelectual peruano, Jorge Falcón
Bella imagen del poeta que me complace compartir.
En caso de usar la información se ruega citar la fuente.
Sonia Luz Carrillo Mauriz
«PALABRAS DEL DISCÍPULO». HOMENAJE A LUIS LOAYZA , maestro de la prosa en el Perú
marzo 13, 2018 a las 2:04 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: Loayza, Luis Loayza, Narrador Luis Loayza, narrador peruano, Narrativa peruana de los 50'

El avaro y otros textos. Instituto Nacional de Cultura, Lima, 1974. Nota preliminar de Abelardo Oquendo.
EL MAESTRO me enseñó todo lo que sé anudando con la habilidad de un tejedor silogismos inolvidables. Yo anotaba cada una de sus palabras con espesa tinta negra sobre grandes papeles que al final del año cosía. Ved, pues, mis volúmenes. Todo lo que está escrito en ellos lo recuerdo: cada frase, cada refutación perfecta de los falsos sistemas. No soy sino una bóveda que guarda su sonido. Si esto os parece poco, no lo conocíais . Pero hay algo que pienso siempre: mi maestro me dijo que en mí, su devoto discípulo, en mí, nacido para escucharle, su lección sería efímera.
De «El avaro»
MISTERIO Pálida criatura rodeada de libros y murciélagos ¡Oh miserable! Caminas por los cuartos nochecidos, vistes de azul, te llamas generosamente el solitario ¿pero qué encuentras sino tu triste imagen en el espejo, sino tu imagen? Las palabras de los hombres no te alcanzan, pero cuando ellos entren a tus salones y oigas sus recias pisadas, y te llamen, irás y obedecerás como un perro.
De «Vocabulario»
LUIS LOAYZA (Lima, 1934 – París, 12 de marzo 2018)
VER:
LUIS LOAYZA , EL ESCRITOR QUE HA LEÍDO TODOS LOS LIBROS.
Diario El País, España. 05 de febrero 2018

Luis Loayza junto a las librerías de la ribera del Sena, en París, en 2004. ARCHIVO ABELARDO OQUENDO. Reproducida por El País.
https://elpais.com/cultura/2018/02/01/babelia/1517502006_474483.html
LA DESPEDIDA, poema canción de CÉSAR CALVO con la guitarra del gran maestro CARLOS HAYRE
febrero 11, 2017 a las 9:58 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS | Deja un comentarioEtiquetas: Maestro Carlos Hayre, Poema "La despedida", Poeta César Calvo Soriano

Foto tomada del blog CÉSAR CALVO SORIANO http://cesarcalvosoriano.blogspot.pe/2012/08/la-ausencia-como-pedestal-en-la-poesia.html Edición : Dr Guillermo Calvo Soriano
Es un muro delgado la despedida
Así como la muerte, paloma
Se adelgaza cada día
Mi canto va en la noche, luna encendida
Con la luz de tu cuerpo desvanecida Quién sabrá de tus pechos
Que yo subía
Debajo de qué noche, paloma
Serás memoria que olvida
Es un camino ciego
La despedida Caminando tu mueres, paloma
Y yo no encuentro la vida
Mi canto va en la noche,
luna encendida
Con la luz de tu cuerpo desvanecida.
GRACIAS al doctor Guillermo Calvo Soriano por mantener viva la memoria de poeta y regalarnos de tiempo en tiempo sus magníficos textos.
VER OTROS POEMAS DE CÉSAR CAL SORIANO AQUÍ:
https://hablasonialuz.wordpress.com/2013/08/06/poemas-de-cesar-calvo-en-antologia-en-su-voz-y-en-el-festival-de-cine-de-lima-pucp-el-martes-13-de-agosto-en-la-sala-azul/
BORGES en su voz, ARTE POÉTICA: convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo…
noviembre 17, 2016 a las 2:30 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea | Deja un comentarioEtiquetas: Arte poética, Borges lee poemas, Jorge Luis Borges
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Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara. Borges, ‘El Hacedor’. Buenos Aires, 31 de octubre de 1960
ARTE POÉTICA
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
EN SU VOZ
EL CULTO Y EL ERUDITO. PROSA APÁTRIDA DE JULIO RAMÓN RIBEYRO
septiembre 13, 2016 a las 11:45 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea, Noticias y demás... | 1 comentarioEtiquetas: Culto y erudito, Julio Ramón Ribeyro, Prosas apátridas
PROSA 21
“Lo fácil que es confundir cultura con erudición. La cultura en realidad no depende de la acumulación de conocimientos, incluso en varias materias, sino del orden que estos conocimientos guardan en nuestra memoria y de la presencia de estos conocimientos en nuestro comportamiento. Los conocimientos de un hombre culto pueden no ser muy numerosos, pero son armónicos, coherentes y, sobre todo, están relacionados entre sí. En el erudito, los conocimientos parecen almacenarse en tabiques separados. En el culto se distribuyen de acuerdo a un orden interior que permite su canje y su fructificación. Sus lecturas, sus experiencias se encuentran en fermentación y engendran contínuamente nueva riqueza: es como el hombre que abre una cuenta con interés. El erudito, como el avaro, guarda su patrimonio en una media, en donde solo cabe el enmohecimiento y la repetición. En el primer caso el conocimiento engendra el conocimiento. En el segundo el conocimiento se añade al conocimiento. Un hombre que conoce al dedillo todo el teatro de Beaumarchais es un erudito, pero culto es aquel que habiendo solo leído Las Bodas de Fígaro se da cuenta de la relación que existe entre esta obra y la Revolución Francesa o entre su autor y los intelectuales de nuestra época. Por eso mismo, el componente de una tribu primitiva que posee el mundo en diez nociones básicas es más culto que el especialista en arte sacro bizantino que no sabe freír un par de huevos. «
Julio Ramón Ribeyro
Prosas apátridas aumentadas. Lima, Carlos Milla Batres, 1978 pp. 24-25
WISLAWA SZYMBORSKA: Fotografía del 11 de setiembre
septiembre 13, 2016 a las 12:26 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: Fotografía del 11 de setiembre, Torres gemelas, Wislawa Szymborska

Torres gemelas. Ángel Uranga. Oleo. 2002
Fotografía del 11 de setiembre
Saltaron hacia abajo desde los pisos en llamas:
uno, dos, todavía unos cuantos
más arriba, más abajo.
La fotografía los mantuvo con vida,
y ahora los conserva
sobre la tierra, hacia la tierra.
Todos siguen siendo un todo
con un rostro individual
y con la sangre escondida.
Hay suficiente tiempo
para que revolotee el cabello
y de los bolsillos caigan
llaves, algunas monedas.
Siguen ahí, al alcance del aire,
en el marco de espacios
que justo se acaban de abrir.
Sólo dos cosas puedo hacer por ellos:
describir ese vuelo
y no decir la última palabra.
(Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murica Soriano)
WISLAWA SZYMBORSKA
(Kórnik, Poznan, 1923 – Cracovia, 2012) Poeta Premio Nobel de Literatura en 1996, algunas de sus múltiples obras son La sal (1962),Cien alegrías (1967), Todo caso (1972), Gran número (1976) y Gente en el puente(1986), hasta llegar a Fin y principio (1993). De su poesía se destacado que «Pese a abordar de forma continua lo que considera los más hondos recovecos del ser humano, Wislawa Szymborska tiende a despojar su poesía de gravedad retórica, para lo cual recurre al distanciamiento intelectual y emocional por medio del aludido humorismo presente en casi todos sus libros, junto con el frecuente recurso del lenguaje coloquial, la sencillez, los versos breves y la estructura de estrofas clásica. Otro de los rasgos de su obra es su facultad para desvelar lo insólito a través de los hechos y los fenómenos aparentemente más insignificantes y cotidianos». (http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/szymborska.htm )
Fragmento del Discurso al ser honrada con el Premio Nobel
El mundo, a pesar de cualquier cosa que podamos pensar sobre él, espantados por su inmensidad y nuestra impotencia ante él, amargados por su indiferencia frente a los sufrimientos particulares de la gente, de los animales y tal vez de las plantas -ya que ¿de dónde proviene la certeza de que las plantas están libres de sufrimientos?-; a pesar de cualquier cosa que pensemos sobre sus espacios atravesados por la radiación de las estrellas, alrededor de las cuales se empieza a descubrir algunos planetas -¿ya muertos?, ¿todavía muertos?, no se sabe-; a pesar de cualquier cosa que pensáramos sobre este teatro inmenso, para el cual tenemos un billete de entrada pero su vigencia es ridículamente corta, limitada por dos fechas decisivas; a pesar de no sé qué cosa más que pudiéramos pensar sobre este mundo: es asombroso.
© The Nobel Foundation
‘PUDE HABER SIDO YO MISMA, PERO SIN QUE ME SORPRENDIERA’. Poemas de WISLAWA SZYMBORSKA y un discurso memorable.
julio 10, 2016 a las 1:31 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, JARDIN DE DELICIAS | Deja un comentarioEtiquetas: El poeta y el mundo, Premio Nobel de Literatura 1996, Wislawa Szymborska
DEL MONTÓN
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.
Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo el cristal de un microscopio.
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para otros brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente
(Traducción de Gerardo Beltrán)
CIERTA GENTE
Cierta gente huyendo de otra gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo ciertas nubes.
Dejando atrás todos sus respectivos
campos labrados, ciertas gallinas, perros,
espejos en los que ahora sólo el fuego se contempla.
Llevan a la espalda hatillos y cántaros
día tras día más pesados, cuanto más vacíos.
El agotamiento de alguien tiene lugar en silencio,
el arrancamiento a alguien de su pan en el tumulto
y el acunamiento del niño muerto de alguien.
Ante ellos un incesante “por aquí no”,
no es ese el puente que necesitan
sobre un río extrañamente rosado.
Alrededor unos disparos, a veces más cerca, a veces más lejos,
en lo alto un avión que parece dar vueltas.
Vendría bien alguna invisibilidad,
alguna oscura pedregosidad,
y aún mejor un no-haber-sido
por un tiempo breve o incluso largo.
Algo todavía ocurrirá, pero dónde y qué.
Alguien saldrá a su encuentro, pero cuándo, quién,
Desempeñando qué papel y con qué intenciones.
Si tiene elección,
quizás no quisiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida por delante.
(Traducción de David Carrión Sánchez)
ELOGIO DE LA MALA CONCIENCIA DE UNO MISMO
El buitre no tiene nada que reprocharse.
Los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.
No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.
De cien kilos es el corazón de la orca,
pero no le pesa.
Nada más animal
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del Sol.
(Traducción de Abel A. Murcia Soriano)
EL POETA Y EL MUNDO
Discurso de recepción del Premio Nobel 1996 Estocolmo, 1996Parece ser que en un discurso lo más difícil es la primera frase. Así que ya la he dejado atrás… Pero presiento que también las que siguen serán difíciles, la tercera, la sexta, la décima, así hasta la última, porque tengo que hablar de poesía. Pocas veces hablo sobre este tema, casi nunca. Y siempre me acompaña el convencimiento de que no lo hago muy bien. Por eso no me extenderé mucho. Toda imperfección es más llevadera si se recibe en pequeñas dosis.
El poeta de hoy es escéptico e incluso desconfiado –y puede ser que lo sea sobre todo– ante sí mismo. Con disgusto manifiesta públicamente que es poeta, como si se avergonzara un poco. Pero en nuestra ruidosa época resulta más fácil reconocer los propios defectos (basta con que causen impresión) que no las virtudes, porque están escondidas a mayor profundidad y no acabamos de creer en ellas…En diferentes encuestas o en conversaciones casuales, cuando el poeta tiene necesariamente que precisar su ocupación, se define de forma general como “literato”, o da el nombre de la profesión a la que se dedica por añadidura. La información de que tienen que vérselas con un poeta es recibida por funcionarios o por otros pasajeros del mismo autobús con cierta incredulidad e inquietud. Supongo que también el filósofo despierta parecida turbación. Este último está sin embargo en mejor situación porque, normalmente, tiene la posibilidad de adornar su profesión con algún título. Doctor en filosofía, eso sí que suena mucho más serio.
Además, no existen doctores en poesía. Eso significaría que es una ocupación que exige estudios especializados, exámenes aprobados con regularidad, disertaciones teóricas enriquecidas con bibliografía y notas y, por fin, la obtención solemne de diplomas. Esto, por su parte, significaría que para ser poeta no bastarían hojas de papel escritas, aunque fuera con los mejores versos; que sería imprescindible, y eso ante todo, un papelito sellado. Recordemos que en relación a esto deportaron al orgullo de la poesía rusa, más tarde Premio Nobel, Joseph Brodsky. Lo declararon “parásito” porque no tenía la certificación oficial de que le era permitido ser poeta…
Hace unos años tuve el honor y la alegría de conocerle personalmente. Advertí que sólo a él, entre los que conozco, le gustaba llamarse a sí mismo “poeta”, que articulaba esta palabra sin frenos internos, incluso con cierta provocativa soltura. Pienso que era resultado del recuerdo de las brutales humillaciones que había sufrido en su juventud. En países más felices, en los que la dignidad humana no se puede pisotear tan fácilmente, los poetas anhelan ser publicados, leídos y comprendidos, pero no hacen nada o casi nada para destacar de entre los demás en la vida cotidiana. No hace tanto, en las primeras décadas de nuestro siglo, a los poetas les gustaba llamar la atención con ropas rebuscadas y con un comportamiento excéntrico. Esto, sin embargo, era siempre un espectáculo de cara al público. Llegaba el momento en que el poeta cerraba tras de sí la puerta, se quitaba de encima todas las capas, bisutería y otros accesorios poéticos, y se quedaba en silencio, en espera de sí mismo, ante una hoja de papel en blanco. Porque es esto lo que en verdad cuenta.
Es significativo. Constantemente se produce un gran número de películas biográficas sobre grandes científicos o sobre grandes artistas. La tarea de los ambiciosos directores de cine es presentar de una manera creíble el proceso creativo, proceso que conduce finalmente a grandes descubrimientos científicos o a la realización de famosísimas obras de arte. Con más o menos éxito muestran el trabajo de ciertos sabios: laboratorios, todo tipo de aparatos, mecanismos puestos en marcha que son capaces de mantener durante cierto tiempo la atención del público. Además, los momentos de expectación en espera de si un experimento, repetido por enésima vez con sólo una pequeñísima variación, sale o no sale, resultan muy dramáticos. Las películas sobre pintores, en las que se puede reproducir cada fase del movimiento de la pintura, desde el primer trazo hasta la última pincelada, sí que pueden ser espectaculares. Las películas sobre compositores están llenas de música, desde los primeros compases que el artista oye en su interior hasta la forma madura de la obra en la que cada instrumento tiene ya adjudicada su parte. Todo esto sigue siendo ingenuo y no nos dice nada sobre ese estado de ánimo llamado comúnmente inspiración, pero al menos hay algo que mirar y oír.
Lo malo son los poetas. Su labor es de una lamentable falta de fotogeneidad. Uno está sentado a la mesa o tendido en un sofá, con la vista clavada en la pared o en el techo, de vez en cuando escribe siete versos, uno de los cuales tacha al cabo de un cuarto de hora, y pasa una hora más en la que no ocurre nada… ¿Qué espectador aguantaría semejante cosa?
He mencionado la inspiración. A la pregunta de qué es, en caso de que sxista, los poetas de hoy dan una respuesta evasiva. Y no porque o hayan sentido lo beneficioso de ese impulso interior. El motivo es otro. No es fácil explicar algo que uno mismo no entiende.
Yo también, al ser a veces interrogada sobre la inspiración, mantengo una prudente distancia respecto a lo esencial. Pero digo lo siguiente: la inspiración no es un privilegio exclusivo de los poetas o de los artistas en general. Hay, ha habido y seguirá habiendo un cierto grupo de personas a las que toca la inspiración. Son todos aquellos que conscientemente eligen su trabajo y lo realizan con amor e imaginación. Se encuentra médicos así, y pedagogos, y jardineros, y otros en cien profesiones más. Su trabajo puede ser una aventura sin fin siempre y cuando sean capaces de percibir nuevos desafíos. A pesar de dificultades y fracasos su curiosidad no se enfría. De cada duda resuelta sale volando un enjambre de nuevas preguntas. La inspiración, sea lo que sea, nace de un constante “no sé”.
Personas como ésas no hay muchas. La mayoría de los habitantes de esta tierra trabaja para ganarse la vida, trabaja porque tiene que trabajar. No son ellos mismos quienes con pasión eligen su trabajo, son las circunstancias de la vida las que eligen por ellos. El trabajo que no gusta, el que aburre, valorado sólo porque, incluso siendo desagradable y aburrido, no es accesible para todos, es uno de los peores infortunios humanos. Y no parece que los siglos que vienen vayan a traer algún cambio feliz.
Así me permito decir que, si bien les quito a los poetas el monopolio de la inspiración, los incluyo, de todos modos, en el pequeño grupo de los favorecidos por el destino.
En este punto, sin embargo, pueden despertarse dudas en el oyente. A los más diversos verdugos, dictadores, fanáticos, demagogos, que luchan por el poder con ayuda de unas pocas consignas, pero repetida a gritos, también les gusta su trabajo y también lo realizan con ingenio. Claro que sí, pero ellos “saben”. Saben, y lo que saben les basta de una vez para siempre. No se interesan en nada más, porque eso podría debilitar la fuerza de sus argumentos. Y cualquier saber que no provoca nuevas preguntas se convierte muy pronto en algo muerto, pierde la temperatura que propicia la vida. Los casos más extremos, los que se conocen bien tanto por la historia antigua como por la moderna, son capaces de ser letales para las sociedades.
Por eso tengo en tan alta estima dos pequeñas palabras: “no sé”. Pequeñas pero con potentes alas. Que nos ensanchan los horizontes hacia territorios que se sitúan dentro de nosotros mismos y hacia extensiones en las que cuelga nuestra menguada tierra. Si Isaac Newton no se hubiera dicho “no sé”, las manzanas del jardín hubieran podido caer ante sus ojos como granizo y él, en el mejor de los casos, se habría inclinado a recogerlas para comérselas con apetito.
Si mi compatriota Maria Sklodowska-Curie no se hubiese dicho “no sé”, probablemente se hubiera convertido en profesora de química en un pensionado de señoritas de buena familia y en este trabajo, por otra parte respetable, habría transcurrido su vida. Pero ella se dijo “no sé”, y fueron exactamente estas dos palabras las que la condujeron, y no una sino dos veces, a Estocolmo, donde se galardona con el Premio Nobel a las personas de espíritu inquieto en constante búsqueda.
Asimismo, el poeta, si es un poeta de verdad, tiene que repetir sin descanso “no sé”. En cada poema intenta dar una respuesta pero, no bien ha puesto el último punto, ya le invade la duda, ya empieza a darse cuenta de que se trata de una respuesta temporal y absolutamente insuficiente. Así pues lo intenta otra vez, y otra, y más tarde estas pruebas consecutivas de su descontento con respecto a sí mismo los historiadores de literatura las sujetarán con un clip muy grande y las denominarán sus “logros”.
Sueño algunas veces con situaciones imposibles. Me imagino, por ejemplo, en mi impertinencia, que tengo la posibilidad de hablar con el Eclesiastés, el autor de tan conmovedor lamento frente a la vanidad de toda actividad humana. Le haría una profunda reverencia porque no cabe la menor duda de que es uno de los más importantes poetas, por lo menos para mí. Pero después lo cogería de la mano. “Nada nuevo bajo el sol”, dijiste, Eclesiastés. Pero si tú mismo naciste nuevo bajo el sol. Y el poema del cual eres autor también es nuevo bajo el sol porque nadie lo escribió antes que tú. Y nuevos bajo el sol son todos tus lectores, porque quienes vivieron antes que tú está claro que no pudieron leerlo. Tampoco el ciprés bajo cuya sombra te sentaste crece aquí desde el principio de los tiempos.
Le dio su origen algún otro ciprés, parecido al tuyo pero no el mismo, y además querría preguntarte, Eclesiastés, qué cosa nueva bajo el sol piensas escribir ahora. ¿Se tratará de algo que complete tus pensamientos o más bien, después de todo, tienes la tentación de rectificar alguno de ellos? En tu anterior poema percibiste también la alegría, ¿qué importa que sea pasajera? Así pues, ¿será ella el tema de tu poema nuevo bajo el sol? ¿Tienes ya algunas notas, los primeros esbozos? ¡No irás a decir: “Lo he escrito todo, no tengo nada que añadir” Eso no lo puede decir ningún poeta en el mundo, y qué decir uno tan grande como tú.
El mundo, pensemos de él lo que pensemos, espantados por su inmensidad y por nuestra propia impotencia frente a él, amargados por su indiferencia a los sufrimientos, los de la gente, los de los animales, y tal vez también los de las plantas, pues ¿de dónde la seguridad de que las plantas están libres de sufrimientos?; pensemos lo que pensemos de sus espacios atravesados por la radiación, de las estrellas, alrededor de las cuales se han empezado a descubrir nuevos planetas, ¿ya muertos?, ¿todavía muertos?, no se sabe; digamos lo que digamos de este inconmensurable teatro para el que tenemos una entrada, aunque su validez sea ridículamente corta, limitada por dos fechas categóricas; pensemos lo que pensemos sobre él, este mundo es sorprendente.
Pero en el término “sorprendente” se esconde cierta trampa lógica. Nos sorprende lo que se sale de una norma conocida y ampliamente aceptada, de alguna incuestionabilidad a la que estamos acostumbrados. Pero he aquí que este mundo incuestionable no existe en absoluto. Nuestra sorpresa tiene vida propia y no resulta de la comparación con nada.
De acuerdo, en el habla coloquial, que no sopesa cada palabra, todos usamos las expresiones: “un mundo corriente”, “una vida corriente”, “un hecho corriente”,… sin embargo, en el lenguaje de la poesía, donde cada palabra se mide, nada es ya normal y nada es corriente. Ninguna piedra y ninguna nube sobre ella. Ningún día y ninguna noche tras él. Y por encima de todo, ni siquiera la existencia de nadie en este mundo.
Parece que los poetas van a seguir teniendo siempre mucho trabajo.
(Traducción de María Paula Malinowski Rubio y María Filipowicz-Rudek)
Wislawa Szymborska, poeta polaca, Premio Nobel de Literatura en 1996, nació en Kornik, en la región de Poznan, el 2 de julio de 1923. Falleció en en Cracovia en el 2012. Licenciada en Filosofía Polaca y en Sociología por la Universidad Jagelloniana de Cracovia, se dedicó tanto a la poesía como a la crítica literaria. Autora de innumerables obras caracterizadas por la hondura de sus reflexiones y su aguda ironía, recibió importantes premios.
EN: Wislawa Szymborska. El gran número . Fin y principio y otos poemas. Edición al cuidado de María Filipowicz-Rudek y Juan Carlos Vidal. Estudio introductorio de Malgorzata Baranowska. Madris, Hiperión, 2014
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