JOSE ARNALDO MÁRQUEZ Y LA GENERACIÓN ROMÁNTICA EN EL PERÚ
febrero 26, 2013 a las 1:21 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comunicación y Cultura, Creación, Documentos | 4 comentariosEn la etapa de la literatura peruana correspondiente al Romanticismo, son los nombres de Carlos A. Salaverry y Ricardo Palma los que han concitado la mayor atención. Sin embargo, junto a ellos un conjunto de creadores comparten una serie de rasgos que en las siguientes líneas nos proponemos revisar. Entre estos autores se halla un poeta y ensayista hasta el momento poco estudiado: José Arnaldo Márquez.
En primer lugar – y al margen de la valoración de los logros artísticos – los estudios literarios coinciden en señalar como característica de los románticos peruanos el hecho de haber constituido un grupo con clara conciencia de integrar una generación literaria y haber tenido además la noción moderna de arte como fenómeno autónomo, único, con sus exigencias de reflexión , estudio y experimentación, lo que los llevó a interesarse e investigar a los tratadistas de literatura de otras latitudes .
Gobierno del Mariscal Castilla y Guerra contra España como experiencia común, una actitud de grupo ante los sucesos, similar formación literaria, cercanía en las fechas de sus nacimientos, existencia de líderes y de un lenguaje generacional aparecen como los rasgos del llamado grupo de los románticos.[1] A esto se une su “búsqueda de modernidad… (y) la urgencia de internacionalizar la literatura peruana” (Cornejo Polar, 1989), sin dejar por ello de “nacionalizar ” la herencia del pasado colonial.[2] Con estos rasgos, aparecen vida y obras de estos escritores peruanos de mediados de siglo XIX, en el marco del Romanticismo hispanoamericano.
El Romanticismo en Hispanoamérica.
El movimiento que se gestara en el siglo XVIII en Europa, se expande en la primera mitad del siglo XIX y se caracteriza por la preeminencia del yo y el mundo subjetivo del autor frente a la realidad objetiva; enarbola el ideal de la libertad individual y muestra una fuerte tendencia al pesimismo así como a la exaltación del sentimiento frente al yugo de la “diosa razón”, y, fiel a su raíz liberal – fruto de la Revolución Francesa – promueve los ideales democráticos y su interés por los rasgos singulares deviene en búsqueda de lo nacional o particular de los pueblos al mismo tiempo que confía en el progreso del hombre y la ciencia. Sin embargo, para Anderson (1995) “el romanticismo criollo fue más una actividad civilizadora que escuela de bellas letras”[3]
Como sabemos, en el campo literario sus primeras manifestaciones se dan alrededor de 1770 , en Alemania, cuando un grupo de escritores, que se denomina a sí mismo como Sturn un drang (Tempestad e ímpetu), emerge con la voluntad de renovar la vida cultural y artística y liberarla de los cánones impuestos por el Neoclasicismo. Voluntad que se expande de Alemania a otras naciones como Francia, desde donde llegará a España y de allí se proyectará a nuestros países.
En el ámbito de América hispana “el romanticismo se nutrió en unos casos del ejemplo francés, en otros de la literatura inglesa y en otros siguió el molde español” (Escobar, 1958).[4] Argentina es el territorio en el que se consolida más precozmente. Escobar refiere la polémica que en 1842 sostuvieran Andrés Bello, poeta y filólogo venezolano, y Domingo Faustino Sarmiento, educador y político argentino, “aquella polémica reviste trascendencia en la historia literaria de Hispanoamérica… en ella se encontraron Bello, traductor de Hugo y Byron, además de redactor de la más autorizada Gramática de la Lengua Castellana, que significativamente dedicó a los españoles de América, y de otra parte Sarmiento, paradigma del romanticismo argentino, capitán del grupo conocido con el nombre de los proscritos, al que tocó desarrollar parte de la más valiosa producción en el romanticismo de nuestro continente”.[5]
Desde la Emancipación, diversos autores procedentes del neoclasicismo se inscriben dentro del romanticismo“ya por su apasionamiento liberal o patriótico, ya por la carga de sensibilidad individualista, ya por el color regional que va filtrándose entre las frías formas y las tendencias rectoras del Clasicismo dieciochesco”. Entre estos autores Tamayo menciona a Bello, Heredia y resalta la presencia de Mariano Melgar.[6]
El Romanticismo en el Perú
No obstante estas presencias precursoras, especialmente la de Melgar, el Romanticismo peruano fue un fenómeno tardío. Y respecto a la calidad de sus productos, existe coincidencia en las apreciaciones: Más allá de su contenido ético, al Romanticismo peruano – con las excepciones del caso – le faltó rigor. Para Basadre “La corriente romántica creciente entre 1851 y 1854, presentó en el Perú características similares a las que tuvo en otros países americanos y también de Europa meridional”, sin embargo, añade:“Aunque escribieran superficial o retóricamente, los románticos peruanos expresaron en conjunto, cada uno a su manera y dentro de las limitaciones de sus obras…el culto al amor idealista y al dolor; la angustia ante la vida, la muerte, Dios, el destino y el alma; la atracción hacia lugares exóticos, la preocupación nacional y por el pueblo; la fe en la libertad, la igualdad, la dignidad humana; el anhelo de una realidad superior al mundo circundante que negaba las más nobles aspiraciones del espíritu humano”. De otro lado, menciona como nota distintiva:“estos literatos escribieron, criticaron y debatieron juntos”.[7]
Ricardo Palma ayuda a comprender la atmósfera cultural y literaria al relatar en La bohemia de mi tiempo: “De 1848 a 1860 se desarrolló en el Perú la filoxera literaria, o sea pasión febril por la literatura”. Luego explica: “Al largo período de revoluciones y motines, consecuencia lógica de lo prematuro de nuestra Independencia, había sucedido una era de paz, orden y garantías. Fundábanse planteles de educación; la Escuela de Medicina adquiría prestigio impulsada por su ilustre decano don Cayetano Heredia; y el Convictorio de San Carlos bajo la sabia dirección de don Bartolomé Herrera, reconquistaba su antiguo esplendor”. Relata también que por entonces llegó a nuestro país don Sebastián Lorente, importante figura a la que “la nueva generación seguía y escuchaba como a un apóstol”[8].
Basadre refiere la abundancia de obras y discusiones que tuvieron la virtud de llamar la atención por los fenómenos literarios, así como la publicación de antologías tanto nacionales como extranjeras y muchas formas de propaganda de sus ideas. Y precisa que a los miembros del romanticismo peruano “pese que produjeron teatro y en menor medida novela, la poesía los atrajo preferentemente”. En el tomo VI de su Historia de la República, bajo el subtítulo El proceso del romanticismo peruano, Basadre vuelve al tratar el tema y lo hace glosando a José Miguel Oviedo:
“J.M.O, joven crítico…ha planteado la tesis del fracaso del romanticismo en el Perú. Reacciona con ella contra las actitudes indulgentes o superficiales de la crítica literaria tradicional. Oviedo sostiene que no hubo aquí verdadera escuela romántica, que la llamada bohemia se disgregó después de una militancia corta…que las mejores expresiones de sus personeros no siempre pueden ser adscritas a dicha escuela, y que, en conjunto, el Perú presenta un movimiento débil… Por otra parte, pone de manifiesto los malos hábitos literarios del romanticismo nacional que no creó un estilo propio, no tuvo un gesto de verdadera independencia estética y exhibió pobreza verbal e imaginativa, desorden, mal gusto, incapacidad paisajística y también alejamiento de las raíces sociales demostrado en el olvido de la obra de Melgar y en el desdén ante el legado que ella dejó. ”[9]
El historiador peruano deslinda entre la historia cultural y la historia social. Saluda la existencia en cada nueva generación “las podas y las campañas de saneamiento en la historia cultural , distinta de la historia social”. Y añade – “El historiador general puede convenir en el atraso de la producción romántica peruana y en sus múltiples fallas … A pesar de todo, inquietud, fervor, animación aparecen en los días de Salaverry, Corpancho, Luis Benjamín Cisneros, Márquez, Palma y sus contemporáneos, más que en los años anteriores.” [10] Anteriormente había esbozado el tema de los criterios que deben regir el enjuiciamiento a una obra o el conjunto de obras: “En el mundo de la estética la posteridad juzga de acuerdo con premisas y criterios que quienes son juzgados no pudieron imaginar”. [11]
Críticos contemporáneos coinciden en sus juicios acerca de esta etapa de la literatura en el Perú. Para Ricardo Silva Santisteban (1984) “Por su tibieza nuestro romanticismo carece de una verdadera poética. No reconocemos en él ni nuestra vida ni nuestro paisaje ni nuestros problemas…es un pobre reflejo del ya pobre romanticismo español”.[12] Mientras que Carlos García Bedoya (1990), señala que “El romanticismo peruano se caracterizó por la inautenticidad y domesticación, conservando mucho de la retórica neoclásica. El género más frecuentado fue la lírica, escribiéndose también unas pocas novelas, producción toda ella de escasa calidad”.[13]
El romanticismo en los estudios de Historia de la Literatura Peruana
Las visiones panorámicas de la literatura de un país son para el común de los lectores, obras inamovibles, resultado de amplio consenso, sus contenidos consagran nociones con respecto a un autor, una obra o una etapa. Sin embargo, como señala Washington Delgado “la historia es una perspectiva… no hay una historia neutra… En el caso de la literatura hay que señalar además que no solamente la aparición de nuevas obras literarias modifica cuantitativamente la historia, en cuanto la prolonga en el tiempo, sino que también nuevas obras modifican la perspectiva desde la cual contemplamos las obras anteriores…” [14] No obstante, para entender el romanticismo peruano puede ser útil revisar lo expresado por historiadores de la literatura nacional, con especial atención a la mención que hacen de la obra de algunos de los integrantes del grupo de los románticos que pudieran no haber sido suficientemente estudiados.
Por ejemplo, Luis Alberto Sánchez, afirma: “Podría decirse que el romanticismo peruano fue producto tanto del temperamento y ambiente locales, como de la atmósfera emotiva que predominaba en el continente, y, también, de la moda europea”. [15] Explicará que aunque durante el gobierno de Castilla, “primer presidente que realizó la proeza de durar”, los escritores podían exponer sus puntos de vista sin ser obstaculizados por el poder político, sus opiniones no tuvieron mayor influencia ni representó un desafío a la sociedad plutocrática. Por ello remarca la superficialidad de las posturas “No tanto como protesta contra la sociedad burguesa, sino como aceptación de la influencia o hegemonía europea”.[16] Analizando los elementos que llama leyendismo y exotismo, advierte que los románticos peruanos representaron al indio en sus obras pero “no se trataba del indio – problema sino del indio – espectáculo… personaje tan exótico como si, en lugar suyo, se colocase un turco de Estambul en plena jungla amazónica; un pirata de Espronceda en el lago Titicaca.”[17] Respecto al lenguaje Sánchez menciona que libres de las limitaciones extraliterarias, los autores cedieron al impulso retórico y las exageraciones expresivas, pero reconoce que esto sucedió no sólo en el país. Soledad, tristeza y desventuras aparecen en todas las voces. Entre ellas Sánchez distingue la desventurada y singular vida de Arnaldo Márquez “uno de los pocos poetas peruanos de aquel tiempo con derecho a increpar a la suerte”.[18]
Para Cornejo Polar (1980) “nuestros románticos repitieron temas y formas propios de los maestros franceses, españoles y -con menor asiduidad- alemanes”. Destacará, sin embargo, “Pese a sus limitaciones,… con esta poesía se establece entre nosotros una correlación definitoria entre el quehacer poético y la expresión de la subjetividad humana”. Más adelante advierte la existencia de tres corrientes: La ya indicada intimista, otra de carácter patriótico “nutrida con la victoria del dos de mayo de 1866, y una tercera de raíz reflexiva “si se quiere, filosófica”. En esta última, ubicará la obra de Arnaldo Márquez. [19]
Augusto Tamayo Vargas (1992), indica que “La etapa del romanticismo peruano avanza desde 1840 hacia 1900, perdurando en medio de los embates naturalistas, del fervor parnasiano y de los primeros atisbos modernistas”. Considera que gran parte de la producción es “exótica” aun cuando se toquen temas americanos, y esto lo explica porque “La influencia se hace viva y palpitante a través del siglo XIX, reproduciendo – tardíamente – el penacho nacionalista que surge con los ejércitos napoleónicos; el lamentar angustioso que se mantiene después de su ocaso y muerte; y el renacer de la desesperación de vivir que creara la generación alemana de Goethe. Después vendrá la burlona risa escéptica y la prédica social”.[20] Pese a esto pondera “el periodo romántico, tan vulnerable en muchos aspectos, corresponde, a la primera generación que se propuso trabajar seriamente y que comprendió que el arte, la expresión literaria, responde a un oficio. Que, por encima del gesto de la libertad, hay que entender la disciplina del estudio y el ejercicio técnico con un planteamiento científico de la literatura”.[21]
El Grupo de los Románticos
Para Ricardo Palma, el núcleo de esta generación lo constituye “Arnaldo Márquez, Nicolás Corpancho, Adolfo García, Numa Pompilio Llona, Clemente Althaus, Luis Cisneros, Carlos Augusto Salaverry, Enrique Alvarado, José Antonio Lavalle, Mariano Amézaga, Francisco Laso, Juan Arguedas, Trinidad Fernández, Toribio Mancilla, Asisclo Villarán, Juan de los Heros, los hermanos Pérez (sic), Narciso Aréstegui, y dos o tres nombres más… hacían sus primeros versos y borroneaban su primera prosa, desde los claustros del colegio”. Más adelante alcanza información en torno a la actitud vital del grupo y sus lecturas literarias: “…arrastrados por el libérrimo romanticismo, nosotros desdeñábamos todo lo que a clasicismo tiránico apestara y nos dábamos un hartazgo de Hugo y Byron, García Tassara y Enrique Gil. Arnaldo Márquez se sabía de coro a Lamartine; Corpancho no equivocaba letra de Zorrilla, Llona se apasionaba con Leopardi”. [22]
Especialmente crítico con el movimiento (“moda o enfermedad, tuvo en el Perú caracteres de una intoxicación”), Raúl Porras Barrenechea, refiere que “Se congregaban en casa del mecenas Miguel del Carpio, colaboraban en la Revista de Lima, que dirigió José Antonio de Lavalle y se retrataron con patillas y corbatas 1830 en el Parnaso Peruano de Cortés”. Y distingue algunos nombres como “los más significativos del romanticismo peruano Carlos Augusto Salaverry, Luis Benjamín Cisneros, Ricardo Palma, Arnaldo Márquez, Manuel Adolfo García, Clemente Althaus y Juan de Arona”[23]
Las antologías
Como se ha mencionado, un aspecto importante en la difusión de las obras de algunos de estos escritores fueron los trabajos antológicos. Por ejemplo El Parnaso Peruano, de José Toribio Polo, es para Cornejo Polar (1989), la primera de una serie de antologías “específicamente literarias”. En ella, como reza el subtítulo: Repertorio de poesías nacionales antiguas y modernas[24] se presenta una nómina que va de Ruiz, Caviedes, Peralta Melgar y Olavide, hasta los románticos como Palma, Márquez o Salaverry. En este trabajo, para Cornejo Polar, se establece un primer criterio de periodización puesto que el antólogo refiere que en materiales acumulados por tres siglos se hallan dos grandes momentos. El primero lo denomina místico – erudito y el segundo es pondera como propiamente artístico y allí ubica su propio trabajo.[25] De los más jóvenes de los seleccionados dirá el antólogo que “cantan arrastrados por las corrientes eléctricas que nos envía el viejo mundo en sus libros de Goethe, Schiller, Byron, Espronceda, Lamartine y Víctor Hugo”[26] Años después, en 1971, aparece otro Parnaso Peruano, publicado en Valparaíso por José Domingo Cortés. Como reseña a pie de página Cornejo Polar, esta nueva antología “Incluye 44 poetas, desde Larriva, Pardo o Valdez hasta – el más joven – Márquez, nacido en 1846.”[27]
JOSE ARNALDO MARQUEZ, EL DE LA VIDA MÁS ROMÁNTICA.
José Arnaldo Márquez fue, indudablemente, el de la vida más romántica. Poeta, ensayista, autor teatral, unió a sus actividades literarias el ser un viajero impenitente, inventor de una máquina de linotipia – que no pudo patentar a tiempo – fue maestro en Chile y Argentina, traductor exitoso de Byron, Shakespeare, Longellow y Witman, lo que demuestra su rigor intelectual y la visión universal de la literatura y el arte.
Nacido en Lima, 1830, desde las aulas del Convictorio de San Carlos, empezó su carrera a los 18 años con una obra teatral de muy escaso mérito. Posteriormente – como refiere Vargas Ugarte (1986) ingresó en el ejército y alcanzó el grado de sargento mayor; fue secretario del presidente Echenique y cónsul del Perú en Veracruz, México y Centro América.[28] Al producirse la revolución que derribara a Echenique sufre dificultades políticas, pero cuando el gobierno de Castilla decreta una amnistía, Márquez es nombrado cónsul en Nueva York. Había publicado: Poesías (Lima, 1853), La Ramoniada (Valparaíso, 1955), y el poema La Humanidad, dedicado a Vigil (Lima, 1856).
Siendo cónsul en Nueva York, ante las informaciones de un ataque español al Perú, sin mayores consultas, intervino en la construcción de dos buques de guerra. El contrato fue objetado por el gobierno peruano y en 1864 se vio obligado a dejar la carrera y quedó abandonado en el extranjero. Igual suerte había sufrido Carlos A. Salaverry. En 1862 habían aparecido en Lima dos volúmenes de sus Notas perdidas, y entre 1857 y 1862 sus Recuerdos de un viaje a los Estados Unidos. Cuando Al producirse el ataque español Márquez se halla en EEUU y publica El Perú y la España moderna.
Durante algunos años recorrió Francia y España y de retorno a América vivió en Puerto Príncipe, Argentina y Chile. En cada uno de estos lugares fundó liceos. Por esa etapa ideó una máquina de linotipia que “representaba para el poeta la fortuna y la tranquilidad, pero sólo le da quebraderos de cabeza”. [29] Este hecho es relatado por Martín García Merou, escritor argentino citado en el Diccionario de Milla Batres en la ficha dedicada a Márquez “…me refirió su triste odisea de soñador vagabundo. Había hecho o creído hacer un invento en el que cifraba sus más gratas esperanzas. Era una máquina para componer e imprimir con un número reducidísimo de tipos de una manera mecánica”. Luego, relata las peripecias que vivió para poner en práctica su idea.[30] Finalmente, logra patentar su invento en Nueva York en 1873 y estuvo a punto de fabricarlo en el Perú después de múltiples gestiones que lograron que el Congreso Peruano se pronunciara en ese sentido el 18 de enero de 1879. Lamentablemente al estallar la Guerra del Pacífico su sueño quedó truncado.
La producción literaria de Arnaldo Márquez abarca diversos géneros. Destaca además su tarea de traductor. Tamayo Vargas menciona “En los años 1883 y 1884 salieron a luz sus traducciones de Shakespeare… aparecieron en Barcelona el drama Julio César y la comedias Las alegres comadres de Windsor, Como gustéis y Comedia de las equivocaciones, para ofrecer después El sueño de una noche de verano, Medida por medida, Coriolano y Cuento de invierno. Se trataba de un encargo de la Real Academia Española.”[31] Citando a Estuardo Núñez, Tamayo Vargas refiere las traducciones de Márquez a Byron, Longfellow y Whitman. Terminada la guerra, en 1889, publicó el ensayo La orgía financiera del Perú (El guano y el salitre). Su obra completa, bajo el título Prosa y verso, apareció en dos volúmenes en 1901 y 1902. Sus últimos días transcurrieron en el Hotel Central, de la calle Palacio, en Lima. Murió en medio de la pobreza el 6 de diciembre de 1993. Hacía sólo tres meses que había podido regresar al Perú, gracias a la ayuda de Eduardo López de Romaña.
Márquez y el romanticismo en la vertiente filosófica y social
La obra de Arnaldo Márquez diversa en géneros y temas presenta, sin embargo, una línea que le da continuidad y coherencia. Se trata de la actitud de reflexión filosófica que conjuga solidaridad humana y apelación a altos ideales. Estos rasgos de su producción llevan a Washington Delgado a recomendar: “Hay algunos poetas románticos que en un trabajo más exhaustivo de la historia literaria merecerían consideración, como Arnaldo Márquez… el único de nuestros poetas de la época que desarrolló la veta humanitarista y vagamente socializante”.[32]
Tamayo Vargas y Cornejo Polar coinciden en ubicar su poesía en la corriente filosófica del romanticismo peruano al lado de Luis Benjamín Cisneros. Cornejo Polar enfatiza “sobre todo el poco estudiado José Arnaldo Márquez, a quien Riva Aguero trató con injusta y sintomática displicencia”. Cornejo añade que en su poética se da un generoso sistema de valores éticos y examen de la realidad circundante, destacando “Aquellos (los valores) se basan en principios religiosos pero enfatizan sus realización material tanto en referencia a la armonía de la naturaleza cuanto en relación a la justicia que debe reinar en la vida social”[33] Para Ricardo Silva Santisteban – crítico severo del romanticismo – “Márquez posee un buen verso y hubiera estado llamado a ser nuestro poeta romántico por antonomasia”. Y aunque discrepa del “tono moralista” de su poesía, señala luego que “en algún momento se supera a sí mismo y pulsa cuerdas que aún nos emocionan”[34]
En el poema “Noche de luna” (Santiago de Chile, 1849 desde el título expresivo de la corriente romántica, queda patentizada la serena contemplación del paisaje en armonía plena con el yo poético. Naturaleza que sirve de marco al pensamiento y el sueño: “Luz tenue y melancólica/ de lánguida dulzura /colora tibiamente /la blanca vestidura / que tiende sobre el valle / levísimo vapor /…/ Qué bellas esas aguas / donde luz riela / y en cuyas quietas márgenes / dormita la ciudad! / sobre su sueño el ángel / de los misterios vela / mientras el tiempo rápido / sobre su frente vuela / como una tibia ráfaga / de suave claridad.” // Oh sí! Todo es hermoso / La noche, el firmamento / los astros y las nubes / convidan al placer. / En medio de memorias / dormita el pensamiento / y el alma a sus ensueños / entregase un momento / cual hoja que en los aires / fluctúa sin caer!.”[35]
En sus “Leyendas peruanas” encontramos la señalada característica filosófica que trasciende el marco individual e ilumina de valores expansivos todo fenómeno: “No sabe lo que es la vida / quien nunca amó, ni comprende / cómo ella el instinto enciende / de bien en el corazón / y busca en torno otros seres / que lo amen y lo bendigan / prodigándoles placeres / en generosa expansión.”[36]
Tópicos recurrentes en el arte romántico, la noción del artista como un ser predestinado a la creación, y la idea de la “realidad no poética” se encuentran en estos fragmentos del poema “Mi poesía”, citados por Tamayo Vargas: “ No hay duda es mi destino / que yo también creara esa armonía / vestigio de un remoto paraíso / que llama el universo poesía.// Fuera de ella mi espíritu indeciso / se agita en una atmósfera vacía / donde no encuentra ni una luz siquiera / que alumbre y guíe su fugaz carrera.” Interesante además la idea del arte capaz de en su capacidad de comunicar las esferas. Dios, amor y belleza captados y transmitidos por la palabra poética con una evidente revaloración de la naturaleza en tanto gratuidad y espontaneidad frente a las normas neoclásicas, expresadas en otras estrofas del mismo poema. “…Todo en el mundo para mí es u n canto / todo en la vida es para mí un acento / que hablan de un ser incomprensible y santo / que no puedo mirar, pero que siento / el orbe lo saluda, y entre tanto / le habla la vida con su gran lamento; / y entrambas voces que a la par se elevan / un mismo nombre al infinito llevan.”
Finalmente, en “La vida” poema fechado en diciembre de 1875 y publicado en la segunda edición de sus Notas perdidas, en 1878, destacan las ideas de brevedad de la existencia, el dolor como forma de conocimiento y la noción de trascendencia como única salida al inevitable deterioro de la vida terrena. Reproducimos aquí la versión seleccionada en la Antología de Ricardo Silva Santisteban: “La vida es como un árbol del camino / cuando soplan las brisas del otoño/ … / Los deleites, los sueños, la alegría / son las hojas pintadas de la copa / que hace caer al declinar el día / la brisa melancólica y fugaz./ …/ Así también al desnudar los años / de ilusiones y goces nuestra vista / descubren ante el alma entristecida/ pedazos de su inmenso porvenir .”
Con esta breve muestra de la obra de Arnaldo Márquez, queremos poner de manifiesto algunas particularidades con las que este poeta peruano, insuficientemente estudiado, se inscribe dentro de la tendencia romántica en la que Tamayo Vargas observa el espíritu de redención y de superación del desgarramiento egoísta. Poética que reflexiona sobre el destino del hombre y el destino del universo. En esa dirección se halla su preocupación por la justicia y el permanente afán por entender mejor los hechos de su momento histórico que motivaron también sus ensayos. Obra literaria que, como advierte Luis Alberto Sánchez, renueva la temática de la poesía romántica producida en el Perú.
Bibliografía
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SONIA LUZ CARRILLO
Profesora Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas.
[1] La enumeración de estos requisitos para el reconocimiento de una Generación , tales como coincidencia de nacimiento, acontecimiento o experiencia generacional, relaciones interpersonales, existencia de un maestro o líder, homogeneidad de influencias literarias y existencia de un lenguaje generacional han sido elaborados desde Dilthey, Pinder, hasta Julius Peterson ( 1930) a quien cita Francisco Mota en su trabajo Poetas españoles de la generación del 27, La Habana : Biblioteca Básica de Literatura española, 1977.
[2] Antonio Cornejo Polar. La formación de la tradición literaria en el Perú. Lima : CEP , 1989 p. 50 y 89
[3] Enrique Anderson Imbert. Historia de la literatura Hispanoamericana. México. Fondo de Cultura Económica, 1995 p.237
[4] Escobar, Alberto. En : Salaverry, poesía. Prólogo, selección y notas. Lima : UNMSM, 1958 p.34
[5] Escobar. Ob. Cit. P. 35 – 36
[6] Tamayo Vargas, Augusto. Literatura Peruana. Lima : PEISA, 1992 Tomo II p. 466
[7] Basadre, Jorge. Historia de la República del Perú. Lima : Editorial Universitaria Tomo IV , edic. 1965 p. 51
[8] Ricardo Palma. La bohemia de mi tiempo .Lima : Librería y distribuidora Bendezú, 1971 p. 7
[9] Basadre, Ob. Cit. Tomo VI p. 305
[10] Ibídem. Tomo VI p- 306
[11] Ibídem. P. 305
[12] Ricardo Silva Santisteban. Poesía peruana. De la conquista al modernismo. Lima :Edubanco, Tomo II 1984 p.
[13] Carlos García Bedoya. Para una periodización de la Literatura Peruana. Lima : Latinoamericana editores, 1990 p.86
[14] Washington Delgado. Historia de la Literatura Republicana. Lima : Rikchay Perú. 1980 Prólogo
[15] Luis Alberto Sánchez. La Literatura Peruana. Lima : EMI SA. Sexta edición, 1989 Tomo III p.1246
[16] Ibídem. P. 1248
[17] Ibídem p. 1258
[18] Ibídem p.1271
[19] Antonio Cornejo Polar. “Literatura en el Perú Republicano”. En : Historia del Perú. Perú Republicano y Procesos e Instituciones. Tomo VIII Lima : Editorial Juan Mejía Baca, 1980 p. 33
[20] Augusto Tamayo Vargas. Obra citada, p. 467
[21] Ibídem. P. 469
[22] Ricardo Palma. La bohemia de mi tiempo. Obra Cit., p. 8
[23] Raúl Porras Barrenechea. El sentido tradicional en la literatura peruana. Lima- Miraflores : Inst. Porras Barrenechea de la UNMSM, 1969 p.p. 49 – 50
[24] Antonio Cornejo Polar, en La formación de la tradición literaria del Perú, cita que fue editada en Lima, en la Imprenta La Epoca, 1862.
[25] Cornejo Polar. Obra Cit, pp. 46 – 47
[26] Ibídem . p. 48
[27] Ibídem, p..49 Hay que anotar que en otras fuentes hemos hallado consignado 1830 como año de su nacimiento.
[28] Rubén Vargas Ugarte. “Arnaldo Márquez” En : Diccionario Histórico Biográfico del Perú. Lima : Milla Batres. 1986, Tomo VI pp. 1 -3
[29] Maurilio Arriola. “José Arnaldo Márquez” En : Diccionario Literario del Perú. Barcelona : Comercial de Artes Gráficas. 1988, pp. 311 – 312
[30] Martín García Merou. Citado en Diccionario …de Milla Batres. Tomo VI (Bajo la sigla MZR) p. 1
[31] Augusto Tamayo Vargas. Obra Cit. p. 499
[32] Washington Delgado. Historia de la Literatura Republicana.. Lima : Rickchay Perú, 1980 pp. 65-66
[33] Cornejo Polar. En : Historia… 1980 p. 36
[34] Ricardo Silva Santisteban. Antología de Poesía Peruana. Lima : Edubanco, 1983 p. 447
[35] Tomado de la antología elaborada por Silva Santisteban. pp. 447-448
[36] Fragmento reproducido por Mauriola en su citado Diccionario Literario del Perú
Este trabajo fue publicado anteriormente en la Revista Letras de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/letras/v78_n113/a09v78n113.pdf
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SOLA FORMA en CALLADA FUENTE
febrero 21, 2013 a las 12:45 am | Publicado en Algunas fotos, Artículos sobre Literatura, Creación, MIS POEMAS | 1 comentarioFORMA
Sola
La conciencia sedienta
No hay nadie
Cerca
No puede haber
nadie
En este espacio.
Es preciso
no distraerse
es preciso
guardar
fuerzas
El designio
es comprender
hurgar
con atenta minuciosidad
arriba
abajo
a uno y otro lado
sin perder de vista
la emoción
La realidad decantada
huellas en la arena
lidiando con el viento
forma
sola
forma
De mi poemario Callada fuente (Lima, 2011)
Fotografía: Sonia Luz Carrillo «Huellas de viento», 2013
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CARLOS GERMÁN BELLI, EL VATE DEL HADA CIBERNÉTICA
febrero 16, 2013 a las 12:23 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos | 1 comentario¡Oh Hada cibernética!…
Oh Hada Cibernética
cuándo harás que los huesos de mis manos
se muevan alegremente
para escribir al fin lo que yo desee
a la hora que me venga en gana
y los encajes de mis órganos secretos
tengan facciones sosegadas
en las últimas horas del día
mientras la sangre circulecomo un bálsamo a lo largo de mi cuerpo.
Dentro & Fuera (1960)
Posteriormente, en 1961, el tema se retoma y amplía en ¡Oh hada cibernética!
Oh Hada Cibernética!, ya líbranos
Con tu eléctrico seso y casto antídoto,
de los oficios hórridos humanos,
que son como tizones infernales
encendidos de tiempo inmemorial
por el crudo secuaz de la hoguera;
amortigua, ¡oh señora!, la presteza
con que el cierzo sañudo y tan frío
bate las nuevas aras, en el humo enhiestas,
de nuestro cuerpo ayer, ceniza hoy,
que ni siquiera pizca gozó alguna,
de los amos no ingas privativo
el ocio del amor y la sapiencia.
Explicaciones del autor sobre su obra en este video difundido el 5 de febrero de 2013 en el blog Lee por gusto:

Carlos Germán Belli y Sonia Luz Carrillo en actividad de la Academia Peruana de la Lengua
También ver:
«Fui un rebelde de saco y corbata» Entrevista de Cecilia Podestá
CARLOS GERMÁN BELLI (Lima 1927)
Tags: Carlos+Germán+Belli , Poeta+peruano+Belli , Oh+Hada+Cibernética
SEMINARIO de VERANO 2013. VISIÓN COMPREHENSIVA DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. UNMSM del 19 al 28 de febrero
febrero 12, 2013 a las 11:04 pm | Publicado en Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Noticias y demás... | Deja un comentarioLa Escuela Académico Profesional de Filosofía y el Departamento Académico de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos organizan año tras año su tradicional Seminario de Verano con el propósito de mantener vivo el debate filosófico en nuestro medio y actualizar a la comunidad docente y estudiantil en los tópicos contemporáneos de discusión.
En esta oportunidad, los profesores del Departamento Académico de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, del Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya ofrecerán una visión comprehensiva de los temas y problemas que preocuparon a los filósofos en diferentes períodos y tradiciones discursivas, buscando articular el devenir histórico de esta disciplina.
El Seminario de verano está dirigido a docentes y estudiantes de Filosofía y de especialidades afines.
Objetivos
-
Ofrecer a los asistentes una visión comprehensiva de los temas y problemas que preocuparon a los filósofos en diferentes períodos y tradiciones discursivas.
-
Mantener vivo el debate filosófico en nuestro medio.
-
Actualizar a la comunidad docente y estudiantil en los problemas y discusiones de la filosofía contemporánea.
Temas: Filosofía antigua / Filosofía medieval/ Filosofía moderna / Filosofía contemporánea /Filosofía oriental / Filosofía peruana y latinoamericana
EXPOSITORES
Martes 19
Filosofía antigua: 9:00 – 11:00
Fernando Muñoz (UNMSM) Y Raúl Gutiérrez (PUCP)
Filosofía peruana y latinoamericana: 11:00 – 13:00
Raimundo Prado (UNMSM ) y José Carlos Ballón (UNMSM)
Jueves 21
Filosofía medieval: 9:00 – 11:00
Dick Tonsmann (UNMSM) y Sandro D’onofrio (PUCP)
Filosofía peruana y latinoamericana: 11:00 – 13:00
Roberto Katayama (UNMSM) y Carlos Mora (UNMSM)
Martes 26
Filosofía moderna: 9:00- 11:00
Humberto Quispe (UNMSM) y Jaime Villanueva (UNMSM)
Filosofía oriental: 11:00 – 13:00
Miguel Polo (UNMSM) y P. Juan Dejo (UARM)
Jueves 28
Filosofía contemporánea: 9:00 – 11:00
Zenón Depaz (UNMSM) y Rosemary Rizo Patrón (PUCP)
Filosofía contemporánea: 11:00 – 13:00
Luis Piscoya (UNMSM) y Pablo Quintanilla (PUCP)
Lugar:Auditorio de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Ciudad Universitaria.
Certificado expedido por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM.
Inversión:
Estudiantes de pregrado: S/. 30
Docentes y público en general: S/. 50
Los pagos se efectuarán en el Banco Financiero al código 033-325
Concepto de pago: Seminario de Verano 2013 – Filosofía
Informes e Inscripción
Escuela Académico Profesional de Filosofía de la UNMSM, Ciudad Universitaria
Teléfono: 452-4641 anexo 45
Tags: Seminario+Filosofía+2013 , Filosofía+UNMSM+2013 , Seminario+Filosofía+Verano+2013
LA TARDE QUE LOS PÁJAROS PINTARON DE COLORES EL CIELO DE SALAMANCA
febrero 11, 2013 a las 12:10 am | Publicado en Algunas fotos, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Curiosidades, JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea | 2 comentarios
Asombro
La tarde de invierno salmantino lucía hermosa. Pese al intenso frío, el sol doraba el Tormes, el puente, las edificaciones y los árboles:

Puente sobre el Tormes
Ricardo y yo estábamos a punto de dejar esta ciudad castellana que tanto queremos y paseábamos con dos inolvidables amigos: Carlos García Miranda y María Koutentaki. De pronto, el cielo de vistió de bellísimos colores en un espectáculo que nuestros amigos afirmaron que nunca antes habían visto: pájaros multicolores en una danza hermosa.
Ante ese inesperado regalo celeste, María y yo no dejamos de fotografiar esa maravilla de color y movimiento a la que estábamos asistiendo y cuyo recuerdo guardo en la memoria del corazón y en la cámara que me acompañaba aquella tarde de domingo, en febrero de 2012. Fotografías que comparto con una gratitud sin límites, por lo que juntos vimos, por la belleza que compartimos casi en exclusividad porque creo que éramos los únicos paseantes a esa hora en ese tramo de las orillas del Tormes.
Estaba a punto de terminar la bella presentación y la bandada se alejó desafiando significativamente la alambrada.
Aunque ya he publicado en anterior ocasión la siguiente foto, ahora la repito en homenaje a mis queridos Carlos y María. Carlos, poeta, narrador y ensayista peruano, nos dejó pocos meses después. Nuestro cariño permanece, intacto.

María Koutentaki, Carlos García Miranda, Ricardo Falla Barreda y Sonia Luz Carrillo. Salamanca, febrero, 2012
Y aquí una foto que me hicieron aquella tarde, mirando el Tormes, en una de las varias despedidas de Salamanca, ciudad a la que Ricardo Falla Barreda, mi esposo, y yo llevamos en el corazón.

Sonia Luz Carrilo. Salamanca, febrero, 2012
Tags: Ciudad+de+ Salamanca , Río+Tormes , pájaros+en+el+Tormes , Invierno+soleado+Salamanca , Fotos+Sonia+Luz+Carrillo , Fotos+Salamanca , Carlos+García+Miranda , María+Koutentaki , Ricardo+Falla+Barreda , Sonia+Luz+Carrillo
IV SEMANA DE LITERATURA PERUANA “LA GENERACIÓN LITERARIA DEL CINCUENTA” Del 25 de febrero al 1 de marzo de 2013
febrero 8, 2013 a las 12:49 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Noticias y demás... | 2 comentariosLa Academia Peruana de la Lengua, la Casa Museo Ricardo Palma y el Decanato de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM han programado del 25 de febrero al 1 de marzo de 2013 la IV SEMANA DE LITERATURA PERUANA. “LA GENERACIÓN LITERARIA DEL CINCUENTA”.
PROGRAMA
Lunes 25 de febrero 7:00 p.m.
Inauguración
“La generación del cincuenta”
Alberto Varillas Montenegro (Instituto Riva-Agüero)
“Reflexiones sobre la poesía de Leopoldo Chariarse y de Francisco Bendezú”
Marco Martos Carrera (Academia Peruana de la Lengua)
Martes 26 de febrero 7:00 p.m.
“Alejandro Romualdo y la poética generacional del cincuenta”
Ricardo Falla Barreda (UNMSM)
“América, amor y patria en Rodil de Sebastián Salazar Bondy”
Moisés Sánchez Franco (UNMSM)
Miércoles 27 de febrero 7:00 p.m.
“El ensayo en la generación del cincuenta: Ribeyro, Loayza y Salazar Bondy”
Marcel Velázquez Castro (UNMSM)
“Arte y vida en Pobre gente de París de Sebastián Salazar Bondy”
Américo Mudarra Montoya (UNMSM)
Jueves 28 de febrero 7:00 p.m.
“El colegio en la obra de Mario Vargas Llosa”
Jorge Eslava (Universidad de Lima)
“Sobre el poemario El tacto de la araña de Sebastián Salazar Bondy”
Edgar Álvarez Chacón (UNMSM)
Viernes 1 de marzo 7:00 p.m.
“Poética y tragedia en la obra Los Ingar de Carlos Eduardo Zavaleta”
Sonia Luz Carrillo Mauriz (UNMSM)
“Carlos Germán Belli: la sextina o el canto de los amores contrariados”
Óscar Coello (UNMSM)
“Letras peruanas revista emblemática de la generación del cincuenta”
Ismael Pinto Vargas (Academia Peruana de la Lengua)
Clausura
Lugar: Casa Museo Ricardo Palma (General Belisario Suárez 189 – Miraflores)
Ingreso Libre
INFORMES E INSCRIPCIONES: Academia Peruana de la Lengua Telefax: 428-2884 Decanato de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Teléfono: 619-7000 anexos 2802 / 2809
Las inscripciones podrán realizarse ingresando a la página electrónica de la Academia Peruana de la Lengua www.academiaperulen.org
Costo del certificado: S/. 30.00 nuevos soles El pago por el certificado deberá realizarse en el Banco de Crédito del Perú. Cuenta corriente en soles: 194-1448763-0-68
Para confirmar su inscripción deberán enviar el comprobante de depósito escaneado al correo electrónico academiaperuanadelalengua@yahoo.com
Estimados amigos: En esta ocasión presentaré un trabajo acerca de la novela Los Ingar del narrador peruano Carlos Eduardo Zavaleta. Acerca de esta obra el autor refiere:
En 1955, publiqué otra novela corta, Los Ingar, la cual sí me satisface hasta ahora. Sólo puedo hablar de mis intenciones ; por ello diré que esta vez fui guiado por el aura trágica de William Faulkner ( a quien ya había estudiado en una primera tesis universitaria de 1952, y en varios otros artículos), así como por las claras y minuciosas enseñanzas de un ensayo singularísimo : La crítica en la edad ateniense, por Alfonso Reyes. Pero esas influencias sólo sirvieron en torno a un cuadro rural auténtico, lleno de injusticias, vivido por mí en el pueblo de Corongo, Ancash, en los años 30 s. Desde el primer momento , ante las dudas de la sorprendida crítica limeña, confesé esas influencias para orientarla
En todo caso, lo que importa aquí es mi intención de exaltar la prosa, perseguir el esplendor verbal, dibujar personajes trágicos mediante monólogos y diálogos, urdir, en fin, una atmósfera de fatalidad, sin olvidar los elementos internos de la narración, incluso alterando adrede el orden temporal. Al lector le toca decir si logré o no mis fines.[1]
[1] “La novela poética peruana en el siglo XX” . Lima : UNMSM Material proporcionado por el autor en su cátedra de Especialización en Literatura Peruana II, Doctorado de Literatura Peruana y Latinoamericana. Tercera parte.
Carlos Eduardo Zavaleta con Sonia Luz Carrillo y otros colegas sanmarquinos, en abril de 2011, en el homenaje que la Universidad de San Marcos ofreció a Mario Vargas Llosa por la obtención del Premio Nobel , ocasión en la que el maestro Zavaleta tuvo a su cargo el discurso de orden.
También ver:
EL POETA ALEJANDRO ROMUALDO en la poesía peruana de los años 50
Tags: Generación+literaria+50’ , Semana+Literatura+Peruana+2013 , Poetas+y+narradores+peruanos
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