GRAVES PROBLEMAS OCASIONA DESFILE Y PARADA MILITAR EN LA AVENIDA DEL BRASIL EN LIMA

julio 17, 2018 a las 12:52 am | Publicado en Algunas fotos, Comentarios diversos, Documentos, Miscelánea, Noticias y demás... | 1 comentario
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Celebrar las Fiestas Patrias con un Desfile y Parada Militar en la Avenida del Brasil en Lima se constituye en un  acto irracional que trae multitud de problemas a los vecinos de, por lo menos, cinco  distritos de la capital densamente poblados y en constante crecimiento demográfico debido a que muchas casas unifamiliares son ahora elevados edificios con gran cantidad de nuevos  habitantes. Cifras conservadoras indican aproximadamente unos  300,000 vecinos. A lo que se suma la población flotante que acude a los distintos servicios de esta importante vía.

16 de julio.Andamios en el Óvalo de la Av. Brasil que une a las avenidas Vivanco de Pueblo Libre y San Felipe de Jesús María.

Quienes mantienen la tradición de perturbar el tránsito de personas y vehículos desde el día 16 de julio hasta , por lo menos una semana de agosto ¿han considerado las enormes dificultades  y peligros a los que nos someten a los vecinos de esta importante arteria?

16 de julio. 13:30. Vista desde el vehículo en el que yo viajaba antes de decidirme a caminar luego de 15 minutos de que el vehículo permaneciera detenido.

La Avenida Brasil  es una de las más importantes vías de la capital  por la que transitan una gran cantidad de vehículos  públicos y particulares. Se inicia en la Plaza Bolognesi, culmina en el Malecón de Magdalena y une a los distritos de Lima Cercado,  Breña, Jesús María, Pueblo Libre y Magdalena del Mar. Importantes intercepciones  como la Avenida Javier  Pardo  sirven de paso a San Miguel y el Callao; la avenida 28 de julio que conduce a Jesús María, Lima Cercado, Santa Beatriz; al igual que al final, la avenida del Ejército conduce a Miraflores. La cruzan también Avenida La Mar, Avenida La Marina, etc.

Tal es la perturbación que las obras por el desfile ocasiona que durante las tres semanas en las que se complica hasta un punto inadmisible el tránsito,  los taxistas se niegan a realizar su servicio en esta avenida y  en las calles aledañas  gravemente congestionadas.

Las vistas que he tomado ayer lunes 16 de julio de 2018, pueden dar una leve idea de la situación:

 

Pasajeros abandonan los vehículos públicos. Prefieren caminar.

Vía central . Larga fila de autobuses  detenidos.

Vías auxiliares bloqueadas.

Altos edificios. Peatones entre vehículos.

Las vías secundarias tomadas por las galerías para que el público observe UNAS POCAS HORAS EL DESFILE Y PARADA MILITAR EL 29 DE JULIO, ocasionan  POR TRES SEMANAS EMBOTELLAMIENTO DE GRANDES PROPORCIONES; se constituyen en las noches en callejones  muy peligrosos; en caso de una emergencia bomberos y vehículos de emergencia como ambulancias que conduzcan heridos o enfermos a los hospitales son impedidos de avanzar a tiempo y si el siniestro se produjera en las casas con el frontis bloqueado sería una verdadera tragedia. De otro lado, ni siquiera las unidades de baja policía pueden efectuar el recojo eficiente de los deshechos por lo que se estos se acumulan en   las esquinas.

Viviendas y vecinos sitiados. Jesús María.

Viviendas y vecinos sitiados. Rumbo a Magdalena del Mar.

 

Para colmo de irracionalidad, terminada la actividad, el recojo de las instalaciones y la basura frecuentemente se  extiende por varios días atentando contra la salud de los vecinos.

Calles aledañas congestionadas.

Es momento de que las autoridades civiles y militares piensen en el USO DE OTRO ESPACIO  PARA LA CELEBRACIÓN DE ESTA ACTIVIDAD. Rendir homenaje a nuestra patria tiene que ser motivo y demostración del  respeto a los peruanos.

POESÍA ABIERTA. POEMAS REUNIDOS DE RICARDO FALLA BARREDA

julio 15, 2018 a las 2:01 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Miscelánea, Noticias y demás... | 1 comentario
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Ricardo Falla Barreda. Recital Casa Museo José Carlos Mariátegui, Lima, abril, 2018

Evidencia de un ininterrumpido trabajo en poesía, Ricardo Falla Barreda, publicó en el mes de setiembre del año 2017, su obra poética reunida en una edición del  Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Recientemente, la Revista LETRAS, en su número de enero – junio 2018, Volumen 89, N° 129, ha publicado esta reseña de mi autoría que transcribo en toda su extensión.

 

Pequeña historia de conciencia (1971) se encuentra entre los libros de poemas que abren una década de reconocida importancia  por traer al quehacer literario peruano la presencia y voz de nuevos sujetos y distintas poéticas. Con él, Ricardo Falla Barreda inicia un camino de poesía ininterrumpido a lo largo de décadas y hasta el presente.

Testimonio de este continuado trabajo en el que se registran y se expanden algunos temas y van surgiendo nuevos motivos, son los libros Contra viento y marea (1973), Mi capital (1979), Poesía abierta (1982), Interludios (2006), Escrito en Tierra (2016)  y ahora esta reunión de textos que incluye Otros poemas (2017), muestra de una personal, definida  poética de cerca de 300 páginas.

Más que compendio un amplio panorama en el que queda explícita una poética de variada tesitura y elaborada formulación que le hace decir al poeta Alejandro Romualdo, autor del prólogo  a Mi capital:

  “Es una poesía culta, de espectro ambicioso, que le permite plantar rosales en el pecho lacerado de la historia contemporánea…Sus poemas son dominios subversivos del símbolo y la metonimia…Es la vida misma, pero escrita con experiencia fantástica, es decir, no descrita ni ilustrada…entre cuyas páginas reposa el ramo encantado de la inteligencia poética, signo de su esplendor imaginativo, imagen de su claridad conceptual” (Romualdo 1979)

Textos que subvierten la realidad  directamente observada tanto por la naturaleza de las motivaciones como por la intervención de los recursos formales puestos al servicio de la exposición poética. Estos méritos son señalados por el poeta y maestro universitario Manuel Velásquez Rojas, quien en la Presentación de Interludios califica a los libros que lo antecedieron, Mi capital y Poesía abierta, como libros de madurez.

Con agudeza, el maestro Velásquez Rojas, advierte que “de un primer registro de manifestaciones formales de la poética del 70, Ricardo Falla conserva el coloquialismo” y luego distingue “pero no es la conversación que en una tradicional calle de Lima se puede escuchar. No. Ahora es un diálogo con los íconos preferidos…Coloquio que recrea un espacio cultural para el ícono y su trascendencia”.

Este rasgo distintivo es muy importante de resaltarse por ser clara manifestación de la diversidad de motivaciones que animan al creador y su  capacidad de dialogar con íconos de múltiples etapas históricas y espacios culturales.

(POESÍA QUE DIALOGA con Amarilis, Mariátegui, Señor de Sipán, Cervantes, Kafka, Bizet, Picasso, John Lennon)

Así, por ejemplo, lo observamos  en coloquio con personajes  tales como la autora de la “Epístola a Belardo”, la poetisa Amarilis del siglo XVII, en el poema “Epístola a Amarilis” (“Te veo Amarilis/ porque eres una surtidora de poemas/ porque eres una surtidora/… Te leo Amarilis/ en estos años que transito al irremediable/ destino de la soledad en piedra/ y te vuelvo a imaginar escribiendo/ sobre las tensiones entre el morir y el nacer/ entre el orto y el cenit/ la claridad del alma y la palidez del rostro/ porque en los resplandores matinales/ te alojaste/ enramada/ como ave dejando una estela ardiente”) ; con un personaje homérico como en el poema “Bajo el viento de Ulises”; con el pensador peruano José Carlos Mariátegui, en “Escena contemporánea” (“Matriz de mi tiempo/ cuídate de los que te aman/ para que el hombre no sea polvo de otro hombre/ ni piedra adscrita a cementerio alguno”) ; o el poema dedicado al Señor de Sipán en “Variaciones ante un mundo de bronce”; dialogar con el personaje cervantino en “En el espacio Quijotal”. También registrar la desesperación del detenido o desaparecido injustamente en “Ante los ojos de Joseph K.”, alusión al absurdo kafkiano. O encontrar relaciones entre la pintura y la poesía en el poema “Picasso” y entre la poesía y otras manifestaciones artísticas como en “A Carmen de Bizet”. Y también íconos de la cultura popular contemporánea como el compositor, músico  y cantante John Lennon en “La hora de John”, entre otros referentes.

Sin duda, otro de los incentivos de esta vasta poética se encuentra en la exasperada expresión  de un humano en permanente rebeldía contra la persistencia  de factores de deshumanización.   Los reclamos, entonces, no solo son sociales, en el sentido de enfrentar un sistema social. Hay de eso, es cierto. Pero van más allá. Es una intensa recusación ante todo tipo de mecanismos que flagelan a los más débiles, a los anónimos e ignorados de la historia. Poemas como “Área de salud”:

(“no respire/no se mueva/ salga/ un portero/ cierra la conjunción/ de la tristeza/ murmullo /de enigma/ en el silencio/ un grito/ recién nacido/ sopla/ identificado con las horas/ el día ha comenzado/ (la conciencia del país / está narcotizada)”)

o “Bandera de pueblo joven” (“Eres el privilegio de quien te mira…/Eres el brazo desnudo/ que oprime al aire/ Eres el incesante grito/ de los despedazados a navaja/ Eres la gota que cuenta la sed/ que nos devora”) son magníficas exposiciones poéticas de esta aseveración. La profesora universitaria Gissela Gonzáles Fernández, autora de la Introducción del libro que reseño, advierte en estas preocupaciones “La actitud de abierta polémica (otra característica recurrente) que halla pleno desarrollo en el compromiso social del yo poético…involucrado en todas las dimensiones de ser humano”  (Gonzáles 2017)

La historia del territorio en el que se afincan desasosiegos  y anhelos aparece reiteradamente. Por ejemplo, en el poema “Cronología extensa” , largo poema dedicado al jurista y amigo Alberto Ruiz Eldredge Rivera, se poetiza, a la manera de un recuento, hechos de la historia peruana y que concluye con versos que son apelación a una  indudable esperanza: ”Claridad con el día Claridad/ dentro de todos y para todos/ No digo/ que la consigna figure/ sino/ Avancemos/ a ritmo de paso humano./ El sol dispersa la canción de la alegría/ a puro brillo/ sobre la tierra.”

Este repertorio de dilatados registros, actualiza igualmente expresiones líricas que son respuestas del yo poético a las amenazas de cosificación de lo humano latentes en la tecnolatría avizoradas precozmente a inicios de los años 70. Por ejemplo, el poema “Basta paren” dedicado a un conjunto de trabajadores del área de informática de una entidad, en el que leemos:

“Basta/ paren/ central de procesamiento de datos electrónicos/ sistema I.B.M. made in USA/  Dentro de mí oigo el traqueteo/ de sus máquinas/ Fuera de mí el hombre es reemplazado/ Pasan conmigo uno a uno los dígitos/ Yo no soy el hombre que dirige/ (…) Un espacio de sonidos/ y código modular al nombre/ otro espacio de sonidos/ y computadoras 3/70 al cerebro/ traqueteo traqueteo traqueteo / se establecen análisis de sistemas/ no llega el sol a la cara…”.

Con justa razón Gissela Gonzáles advierte una tendencia reflexiva, producto de la aguda observación del entorno”.

Como han señalado muchos de los que se han acercado a la obra de Falla Barreda, sin dejar el uso del “lenguaje de todos los días” – característica formal de los poetas surgidos desde finales de los años  60’-  la madura reflexión sobre el acto de la escritura es presencia insistente  en los textos. El bello poema “Rosas” es una suerte de extensa arte poética celebrado en especial por el gran poeta peruano Xavier Abril:

“He tardado en volver a sus páginas, a sus poemas …la circulación de las rosas más intrépidas y militantes que me ha tocado la suerte conocer y admirar, a la inversa de las otras rosas circunstanciales que no dieron motivo de padecimiento al hombre, al creador de sí mismo, sino a los confiados en la divinidad, palabra esta que, si no fuese idiota sería de todas manera, el factor de escape de todas las minucias” (Abril, carta personal, publicada en la Revista Gleba literaria N° 12, Lima 1982)

En torno a esta capacidad  de pensar y repensar la escritura, la profesora Gonzáles anota la presencia de “hondas y desgarradas reflexiones sobre el acto de la creación”. Ilustra al respecto la forma que esta reflexión opera en el poema “Exposición emotiva”, y precisa que “si bien al comienzo se señala la importancia del referente, rápidamente se roma conciencia de la insuficiencia de la palabra para explicarlo”. Y cita:

“Y verso/ y verso/ en medio de la calle/ contemplando el invisible paso del llanto/ de un hombre con la cara al suelo/ que al mirar su sombra/ descubre la lengua de los que viven por gusto/ Y verso y verso/ con la palabra en la boca/ frente a un cartel de ortografía dudosa/ y me falta ánimo/ frente a los que cavan el aire/ y me falta verso/ y me falta llanto”.

El tema clásico del “yo soy otro” expresado por Rimbaud se actualiza en el poema “Centinela”, el ser social y el creador en contrapunto deja a este último “absorto por los sucesos de la voz”.  La poesía se constituye en un escudo que brinda cobertura, protege:

“…en mis dolientes y dispersos poemas/ se hace visible el centinela/ que mira sin límites el ímpetu de la esperanza/ que día a día/ me hace mejor/ ante el presente y las disoluciones del tiempo que lo habita/ …/ Mi casa tiene un centinela/ como todo lo minúsculo que el silencio guarda/ Sé quién es/ pero no sé de dónde vino/ ni por qué me cuida de los ruidos del mundo”.

Es necesario también anotar que en cada uno de los libros reunidos, el hablante lírico expone, a la manera de una composición musical, diversas variaciones en torno al tema amoroso  y de los afectos en general. Con frecuencia, como lo han advertido los que han abordado a lo largo del tiempo,  a esta poesía, el sentimiento toma forma de artes poéticas.

Poesía abierta. Poemas reunidos de Ricardo Falla Barreda, se constituye en un texto artístico literario que documenta una voz poética nacida en la segunda mitad del siglo XX que no ha dejado de expandirse y diversificarse dando cuenta de una fecunda labor. Fundador en 1965 del Grupo Gleba Literaria, director de la Revista Nueva Humanidad, activo miembro de la primera promoción de poetas que dieron forma a la poesía de los años 70’, Ricardo Falla Barreda es un autor indiscutible de la poesía peruana. Así lo patentiza este libro publicado por el Fondo editorial de la UNMSM.

Sonia Luz Carrillo Mauriz

Al usar la información, se ruega citar la fuente

Aquí la versión en línea de la Revista LETRAS  de la UNMSM
http://revista.letras.unmsm.edu.pe/index.php/le

RICARDO FALLA BARREDA, poeta integrante de la Generación de los años 70′, es reconocido como uno de los más fecundos autores desde dicha etapa hasta el presente. Además, en una larga trayectoria como profesor universitario,  Profesor Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de San Marcos, ha sido reconocido por su tarea como investigador. Ha estudiado el  proceso cultural peruano, y publicado  numerosas libros especialmente dedicados al siglo XVII.  En el ámbito ensayístico, destaca su  Fondo de fuego: la generación del 70, donde muestra la génesis de una generación caracterizada por el espíritu  contestatario de quienes la integraron. Igualmente, es coautor de una de las más vastas, abarcadoras,  antologías de poesía peruana, Curso de realidad, Proceso Poético 1945-1980, (1988), que reunió la obra de más de cien poetas nacionales. Trabajo pionero en la muestra de la periodización de la poesía peruana del siglo XX.

 

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