«Un destino marcado a fuego en cada texto». Lectura de mi poemario SIN NOMBRE PROPIO por Bryan Paredes

enero 6, 2024 a las 1:17 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Literatura y Periodismo, MI POESÍA SEGÚN ..., MIS POEMAS, Miscelánea | Deja un comentario
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En el año pasado, 2023, la reedición de mi primer poemario Sin nombre propio, que cumplió 50 años de su publicación, junio de 1973, trajo una serie de notas y comentarios en revistas y en plataformas digitales. Una de ellas es la que dedicó al libro el joven periodista y narrador Bryan Paredes. La nota se publicó en el diario limeño Correo.
Aquí la presentación

“Sin nombre propio”: lee nuestra reseña del poemario de Sonia Luz Carrillo

Esta semana comentamos el poemario “Sin nombre propio” de Sonia Luz Carrillo, libro que ha cumplido 50 años de su primera edición.

BRYAN PAREDES

Actualizado el 26/05/2023 07:20 a. m.

Cincuenta años han pasado de la publicación de “Sin nombre propio”, el debut literario de la poeta peruana Sonia Luz Carrillo Mauriz en 1973. Sabemos que el tiempo es implacable y el juez más preciso de la literatura. Medio siglo no es poca valla y el poemario la supera con maestría y vitalidad.

El libro, reeditado por Qwerty, forma parte de la generación del 70 y, por ello, tiene las marcas de dicha época en los treinta y dos poemas: están las esperanzas, desafíos, sueños y males de su tiempo.

La primera virtud de los versos de la autora es la precisión de los verbos, en la cadencia de cada composición, como parte de la creación de las imágenes poéticas para expresar el desagrado, la fe y los problemas sociales.

El trabajo con el idioma ilumina los caminos del sentido que proponen, en otro plano, los poemas.

También anida la experiencia directa de la voz poética, con sus observaciones y reflexiones: “traduzco la vida que pasa por mis manos”, se lee en el poema que abre el libro, “Cuestión de oficios”, como primera señal de la exploración artística de la escritora, un destino marcado a fuego en cada texto.

Pero el libro no se queda en la única dimensión de lo personal, sino que apunta a tener lecturas concéntricas sobre lo que sucedía en su contexto histórico, un panorama que casi no ha cambiado en la actualidad.

TE PONES A ESCRIBIR

Y, si eres mujer, te juzgan porque “las tareas se amontonan”. Las domésticas, por supuesto, el terreno único imaginado y deseado por una idiosincrasia machista que persiste hasta hoy.

Por ahí también discurre la propuesta artística de Sonia Luz Carrillo: la denuncia contra el lugar apartado que se les dio a las mujeres por mucho tiempo, la de invisibles o fantasmas del hogar, y el peso de no ser lo que una sociedad exige de ellas, en especial de las que tienen oficios o profesiones fuera de la casa.

Cinco décadas y la crítica sigue vigente y pendiente de una pronta resolución, para que no haya más culpa en forma de “carroña acumulada en tu memoria” por priorizar la vocación a los quehaceres.

“Ella no sabe nada” es el poema que sintetiza esa tema en “Sin nombre propio”, con versos breves como arpones dentro de la construcción de “la esposa ideal” en el Perú, la que no sabe nada de arte ni política: “Ella cada año / pare un nuevo hijo. / Ella no saca para nada / las delicadas narices / de su hogar”.

De esta manera, el poetizar desde los sentimientos y las vivencias, el deseo (“¿de qué color encontraré tus ojos?”; “si en toda mi piel / no cabe ya tu imagen”), la maternidad (“A mi hijo Ricardo Lenin, mientras llegaba” y “Como cuerdas” son hermosos poemas sobre el niño y el futuro) también son actos de rebeldía, contra el silencio que se esperaba de las creadoras.

IRONÍAS

El poemario de Carrillo también está atravesado por las ironías, las críticas ácidas hacia las incoherencias políticas de los intelectuales, en especial de ciertos poetas de la década del 70.

En “Sobre los poetas de mi aldea”, la voz poética presenta a sus pares dentro del círculo de la traición y la falsa solidaridad: “dándose dentelladas / o suaves palmaditas”.

Mientras que, en “Más sobre los poetas de mi aldea” y “Tú que gritaste tanto”, el reproche apunta a la camaleónica militancia de los que hablan de la izquierda pero “sólo saben usar / la mano derecha”; otro verso les dice: “cómodamente / volteaste el estribillo”.

ESPERANZAS

Escritos entre los 19 y 21 años, estos poemas también rebosan de asombro (por ejemplo, del alunizaje de 1969) y esperanza, que “es un canto colectivo”, a pesar del desencanto que suele llegar como una sombra ineludible en los textos.

“Sin nombre propio” de la escritora y catedrática peruana Sonia Luz Carrillo es un poemario intenso, comprometido con su apuesta creativa y de una sutil música que resuena en cada palabra, como resplandores que no se apagan medio siglo después.

DATO

La reedición del poemario “Sin nombre propio”, de la escritora peruana Sonia Luz Carrillo Mauriz, se presenta el martes 30 de mayo, a las 7 p.m., en el auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea, ubicado en la calle Colina 398, Miraflores. Los comentarios por los 50 años del libro estarán a cargo de Jorge Nájar y Esther Espinoza.

https://diariocorreo.pe/cultura/resena-del-libro-sin-nombre-propio-de-sonia-luz-carrillo-noticia/

UNA BREVE Y ANCHUROSA POESÍA. Mi poesía según JUAN ALBERTO OSORIO. Primera parte.

noviembre 20, 2022 a las 1:53 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Literatura y Periodismo, MI POESÍA SEGÚN ..., MIS POEMAS, Miscelánea | Deja un comentario
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UNA BREVE Y ANCHUROSA POESÍA 

Artículo publicado en el suplemento cultural Garcilaso del diario Ojo, Lima, 18 de marzo de 1979, recogido en el libro Sobre Literatura Peruana, Arequipa, 2018 pp 34-36

En los últimos años, cierta vertiente de la poesía peruana ha logrado aperturar nuevas y concretas posibilidades; aporta renovada visión y tratamiento en una poesía elaborada sobre la concreción de una referencia social y expresada con exigente rigor estético. En ese marco se inscribe …y el corazón ardiendo de Sonia Luz Carrillo. Se trata de un libro que satisfizo por su depurada calidad presente ya en sus dos libros anteriores: Sin nombre propio (1973) y Poemas (1976).

Desde sus primeros versos, Sonia Luz Carrillo busca una realización poética conjugando un concentrado mensaje con una estructura versal breve y depurada. El discurso poético, en la concisión de sus versos desemboca en imágenes enunciadas o sugeridas, de acertado logro, y en las que destaca una función social evidenciadora y recusadora. Son poemas cuya estructura e ironía recuerdan los epigramas.

Sin nombre propio fija ideas, que como oficio privilegia la poesía y busca el deslinde, la situación y la precisión de su naturaleza misma. Y en ese intento, la naturaleza de la poesía se define por la brevedad de estos poemas que revelan además una estructura orgánica que ayuda a destacar la esencia de su mensaje. La elipsis contribuye con este objetivo.  En su doble condición de mujer y poeta, en “Cuestión de oficios”, preludia su voz. Más adelante en “De mujeres”, evocando a la poeta griega Safo, inquiere sobre la condición femenina en un mundo hecho en otra medida. Así, Sonia Luz Carrillo, rompiendo espacio y tiempo, se ha remontado al siglo VI a.n.e., a los momentos aurorales de la lírica griega para luego nuevamente ubicarse en Lima. Y desde el piso diecisiete del Ministerio de Educación, observa a la gente (como una hermosa sinfonía visual) regido por un mecanismo armonioso y subyugante: “Desde aquí/ a diez y siete universos de la acera/ las calles se me parecen / a la idea de la felicidad”. Pero es obvio que esta belleza visual se diluye, suprimida por la distancia, como lo sugieren los versos mismos. Al penetrar en el ambiente hogareño, el hablante del poema asume la primera persona. Se trata, pues, de una poesía rica por lo que dice y más rica aún por lo que sugiere. Economía de lenguaje manejada con rigor, como vehículo de serena y clara reflexión y como condena de los vicios del mundo moderno.

…y el corazón ardiendo continúa esa nota de poesía esencial y cuidadosa que siempre ha caracterizado a Sonia Luz Carrillo. En este libro la voz se modula según la temática y al desplazamiento de la trascendencia, que arriba al final a una visión colectiva. Este ensanchamiento de la perspectiva viene aparejado de la precisión de un pensamiento válido para nuestro tiempo. Esta voz así enriquecida y confirmada como eficaz y depurada desde los primeros poemas, cobra mayor vigencia al situarse en una anchurosa y dura realidad, y al optar por una decisión colectiva y solidaria.

El libro empieza enunciando la necesidad, la urgencia del canto como única forma de animar la existencia. El canto es pues l razón de ser. Porque en estos breves y depurados versos, las imágenes se fijan  por circunstancias donde apuntala una doble razón de ser mujer y poeta. La metonimia posibilita una fantasía que se inicia y concluye en lo lógico y lo racional. Los versos Del amor transcurren con madura emotividad. La reflexión es una unidad que señala la expresión y el pensamiento, lo subjetivo y lo objetivo.  En “Poema cifrado” es la concreción la que gana: las estaciones de la ciudad son las estaciones de la vida misma, donde un amanecer es una estación que se adeuda y que se debe ganar para felicidad de los hombres. Así son estos versos “propicios al canto que reflexiona” cifrados entre lo deseado y lo vivido, en las huellas d los días. Aun en los dos poemas de corte experimental de “El lenguaje de los medios” no se abandona esta línea de crítica social y calidad poética: ahí está el aprovechamiento lexical de un nivel técnico de la lengua que nos sitúa en el campo de las máquinas y la deshumanización.


Continúa el libro con poemas que cantan las raíces del hombre y su identidad, hasta manejar el tono épico y esperanzado, como en la evocación de los acontecimientos de un diecinueve de julio. En Paisajes no está lo meramente descriptivo sino el símbolo donde la tierra y la lluvia generan la vida que da frutos. Precisamente, en Frutos está la vida proyectada, pero está también el hijo muerto que vive de un modo perdurable. Concluye el libro con los pequeños poemas épicos de Esperanza que se empinan “firmemente en la tierra”. A través de estas imágenes diseñadas para “el sólido soñar” y para la rebeldía es que se modula esta poesía de alta calidad, forjada con la cabeza fría y escrita con el corazón ardiente.

Juan Alberto Osorio
18 de marzo de 1979

JUAN ALBERTO OSORIO TICONA
Intelectual de vasta y variada obra, poeta, narrador, ensayista, nació en Sicuani, Cusco, estudió en la Universidad San Antonio Abad del Cusco donde inició su ejercicio de la docencia universitaria, labor continuada en las universidades San Cristóbal de Huamanga y San Agustín de Arequipa, donde ha sido en dos periodos Director de la Escuela de Literatura y Lingüística y Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Es autor de una veintena de obras en poesía, narración, crítica literaria, etc. Precisamente, este acucioso y muy generoso artículo forma parte de su libro Sobre Literatura peruana, obra que integra sus artículos acerca de la producción literaria de muchos autores publicados a lo largo de casi cuarenta años en diversos diarios de Lima y en revistas de varias ciudades del país. Este es el quinto libro que se suma a otros que van dando cuenta de una sólida tarea de estudioso de la literatura de diversos lugares del país.
Demás está decir la gratitud que me compromete por su refinada atención a mi trabajo poético, que ahora presento en una primera parte, puesto que en el citado libro también se encuentra otro artículo dedicado a un poemario posterior.

LA RAZÓN, crónica del primer diario de izquierda. Libro del maestro JUAN GARGUREVICH REGAL

agosto 10, 2017 a las 12:44 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Creación, Documentos, Literatura y Periodismo, Miscelánea, Noticias y demás... | Deja un comentario
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El 14 de marzo de este año, Ricardo Portocarrero Grados,  Gustavo Espinoza y yo, acompañados de Fanny Palacios, directora dela Asociación Amigos de Mariátegui, presentamos en  la Casa Mariátegui, en Lima, la tercera edición de La Razón, crónica del primer diario de Izquierda, obra del periodista, historiador y maestro universitario,  Juan Gargurevich. Libro dedicado a la primera etapa de la labor periodística  de José Carlos Mariátegui. La primera edición fue de 1978 con las ilustraciones de Carlos Tovar que esta edición también recoge. Aquí, reproduzco mi intervención  como un homenaje al amigo, al colega, al maestro Juan Gargurevich   Regal

Ricardo Portocarrero Grados, Gustavo Espinoza, Sonia Luz Carrillo Mauriz y Fanny Palacios, Casa Mariátegui, Lima, 14 de marzo 2017

LA RAZÓN DE UN TÍTULO

La Razón, crónica del primer diario de Izquierda, tiene y tenía, como apuntaba el autor en la primera edición de 1978, la intención de “aportar información acerca de aquella etapa (la que Mariátegui llamara su ‘Edad de piedra’, alrededor de 1919) en el origen de su interés por la teoría y la praxis revolucionaria”.  De ahí la necesidad de indagar en el pensamiento de la época y la influencia más notable al momento de elegir  el Amauta un nombre para la publicación. Indudablemente  que aquí  encontramos  la prédica y el estilo de Manuel Gonzáles Prada de enorme influencia  tanto en Haya como en Mariátegui y en  la generación de intelectuales y artistas indigenistas de la década del 20’

Recordamos la encendida admiración de José Carlos  Mariátegui por Gonzales Prada
cuando  en los Siete ensayos de interpretación… nos dice:

“González Prada prefiere siempre la afirmación a la negación, a la duda. Su pensamiento es atrevido, intrépido, temerario. Teme a la incertidumbre. Su espíritu siente hondamente la angustiosa necesidad de dépasser le doute. La fórmula de Vasconcelos pudo ser también la de González Prada: «pesimismo de la realidad, optimismo del ideal». Con frecuencia, su frase es pesimista: casi nunca es escéptica.

“El pensamiento de González Prada, aunque subordinado a todos los grandes mitos de su época, no es monótonamente positivista. En González Prada arde el fuego de los racionalistas del siglo XVIII. Su Razón es apasionada. Su Razón es revolucionaria. El positivismo, el historicismo del siglo XIX representan un racionalismo domesticado. Traducen el humor y el interés de una burguesía a la que la asunción del poder ha tornado conservadora. El racionalismo, el cientificismo de González Prada no se contentan con las mediocres y pávidas conclusiones de una razón y una ciencia burguesas. En González Prada subsiste, intacto en su osadía, el jacobino.”

(…)

“De González Prada debe decirse lo que él, en Páginas Libres, dice de Vigil. «Pocas vidas tan puras, tan llenas, tan dignas de ser imitadas. Puede atacarse la forma y el fondo de sus escritos, puede tacharse hoy sus libros de anticuados e insuficientes, puede, en fin, derribarse todo el edificio levantado por su inteligencia; pero una cosa permanecerá invulnerable y de pie: el hombre”

LA RAZÓN COMO CULMINACIÓN DE UN PROCESO

El libro del maestro  Juan Gargurevich  tiene un propósito muy claro, mostrar la gestación del pensamiento y la actitud social en Mariátegui  y  su convicción del papel del periodismo  para crear conciencia de los problemas: “El periodismo fue el puente que utilizó Mariátegui para acercarse a la realidad peruana tan poco conocida y estudiada en los años de su juventud. En sus artículos en los diarios La Prensa El Tiempo se perfilaba ya la energía futura”.

Fino observador,  Gargurevich  señala un hecho de lenguaje que da la clave de su pronto entusiasmo frente a la revolución bolchevique. La incorporación de nuevos vocablos: “Nuevas palabras, “bolchevique”, “clase obrera”, “trasformación de la sociedad”, “imperialismo”, comienzan a surgir en sus comentarios”.
¿De dónde provienen estas nociones que aparecen en los textos?  Gargurevich ilustra acerca de la composición del equipo de La Razón, diario de la tarde:

“Gran cantidad de influencias se conjugaron para plasmar la idea de editar ese periódico. Anarquistas puros, anarcosindicalistas, socialistas utópicos, románticos contestatarios, integraban el grupo que rodeó a Mariátegui para confeccionar esas páginas que entonces parecieron terribles a los calmados limeños”

Luego, remarca que no solo es acercamiento intelectual. Según el autor, Mariátegui  se acerca “a la realidad concreta que escuchaba de labios de los obreros”. Como consecuencia, conjetura que Mariátegui “se aleja de la burguesía ignorante y retrógrada que admiraba su talento de escritor pero mantenía fura de su estrecho círculo aristocratizante”.    Para concluir con una aseveración que es la idea central del libro: “La culminación de ese proceso es la creación del diario La Razón” (Gargurevich 1977: 10).

Difícil agotar en una reseña  la riqueza del libro que hoy presentamos. Es un cofre de inagotables informaciones. Por ejemplo, en el capítulo III, Juan señala el impacto que ocasiona la salida del diario: “La aparición de La Razón en el mercado periodístico limeño fue como la explosión de un petardo…”

Especial regalo de Juan a sus lectores es la transcripción de las “Palabras preliminares” con la  que se abre el diario “La Razón, diario independiente de la tarde” el 14 de mayo. Una joya que no me resisto a compartir con ustedes:

«Este diario no sale para servir un transitorio interés electoral. Aspira a conquistar una posición permanente en la prensa peruana y a conquistar dentro de ella personalidad propia. Su aparición en un agitado momento de elecciones políticas es un mero accidente, un ocasional sincronismo, una subjetiva coincidencia. La Razón no se halla vinculada a ninguno de los bandos en lucha. Posee absoluta independencia para contemplar el gravísimo problema político sin los pequeños apasionamientos de tal o cual partidarismo.
Tampoco es la razón la manifestación de uno de esos diletantismos  literarios que escogen el periódico como órgano de sus aventuras.  El público conoce a sus organizadores. Sabe que son dueños de una foja de servicios desprovista de todo blasón brillante, pero timbrada por la más constante y honrada devoción al deber.

Es costumbre entre nosotros que los periódicos nuevos se presenten con un programa más o menos retórico y más o menos musical. Mas como nuestra vida en la prensa nos ha hecho apreciar el convencionalismo de estas declamaciones, hemos resuelto prescindir de ellas, convencidos de que en esta hora de programas electorales, estamos más obligados que nunca a economizar al público la lectura de promesas falsas y frases redondas”

(Cita en Gargurevich 2017: 79-80)

Ilustración de Carlos Tovar (Carlín) para la edición de 1978 ,  reproducida en la presente.

NOVELAR LA HISTORIA. AVIVAR LA MEMORIA A TRAVÉS DE LA APLICACIÓN DE TÉCNICAS NARRATIVAS PRESTADAS DE LA LITERATURA

Paso ahora a hablar de las características de enunciación en el libro de Juan Gargurevich. Su estrategia textual.

¿Estamos ante un libro de historia?

En el prólogo de 1977, último párrafo, Gargurevich  califica su obra como “Esta historia del diario La Razón pretende aportar información acerca de aquella etapa en el origen de su interés por la teoría y la praxis revolucionaria…” (p. 11)

El segundo prólogo de 1980 se inicia con estas palabras:

”Este relato fue trabajado con la intención de forjar una historia sencilla que luego fue necesario enriquecer… “más adelante ilustra de que este “relato sencillo, repito, se complicó hasta el punto de tener que reducirlo, para no cansar,  a una biografía de solo ocho meses”  Y continúa dando razones sobre el tipo de texto que mejor se adapta a su propósito expositivo:
“Menos de un año en la vida de un joven. Pero en el caso de José Carlos Mariátegui la anécdota (cuento corto que narra un incidente interesante o entretenido, una narración breve de un suceso curioso ) adquiere tal categoría e importancia que superó nuestras posibilidades de atrapar aquellos días en un relato simple. Y por todo esto también fue escrito como una biografía novelada.

En el tercer prólogo, 2016, el autor nos cuenta  de las vicisitudes de la ubicación del texto cuando lo envía a Cuba al concurso de Casa de las Américas. Lo envía en la categoría “Literatura para jóvenes”  pero los especialistas lo trasladan al género “Testimonio”.

Personalmente creo que en uno y otro caso había error. Primero que se trataba de identificar el tipo de texto no la naturaleza del lector implícito. Y en el segundo caso, simplemente cualquiera que lea el texto verá rápidamente que no se trata de un testimonio, del relato a los que haya asistido el autor.

HIBRIDACIÓN DE TEXTOS, SE DIRÍA EN NUESTROS DÍAS

La Razón, crónica del primer diario de Izquierda de un ejemplo de la destreza del autor para  producir  un relato con inclusión de diálogos ficcionales, crónica, Inserción de textos de variada naturaleza (Nota informativa, párrafos de columnas editoriales, Manifiestos de terceros, etc.

Presencia de un narrador omnisciente, que describe con plástica eficacia:
«En 1919 Lima era una ciudad pequeña cuyo crecimiento hacia los Andes era frenado por una pequeña colina pomposamente llamada Cerro San Cristóbal.

Hacia el oeste, para el lado del mar, la ciudad terminaba en la carretera el puerto del Callao, que se iniciaba en el monumento al Combate del 2 de mayo de 1866; hacia el noreste el Convento de los Descalzos marcaba el final de la ciudad; hacia el suroeste, el monumento a Francisco Bolognesi estaba ya 2extramuros pues ahí partía la vía hacia Magdalena. En el lado opuesto estaban los Barrios Altos, el cuartel de Barbones de un lado y la plazuela de las Maravillas del otro.

Hacia el sureste crecía trabajosamente (ojo con el adverbio) el nuevo barrio de La Victoria (creado en 1920, gobierno de Leguía. Fundo “La Victoria” de doña Victoria Tristán, esposa del Presidente Don Rufino Echenique.)

Un total de menos de cuatrocientas manzanas que los tranvías eléctricos recorrían lentamente; barrios de élite y de plebe. Los ricos se movilizaban desde el centro hacia el Paseo 9 de diciembre; los pobre se agrupaban en los Barrios Altos, el Rímac y La Victoria” (p. 21)

Presencia de diálogos ficcionales con focalización interna, subjetiva. Notable la forma cómo sugiere el desdén con que Leguía entre esquiva y disfruta la zalamería de un personaje:
“El colombiano Forero se acercó con entusiasmo al hombre pequeño, elegantísimo, que miraba con enorme concentración el paso de los caballos de la primera carrera del hipódromo londinense.

  • Feliz año, presidente!

Con sonrisa fácil, seductora, el distinguido turfman contestó el saludo aunque no pudo disimular su disgusto por la interrupción en el momento en que debía elegir.
(pp. 23 – 24)

RELATO TAN REALISTA COMO PERSONAL, SUBJETIVO.

Al final de la larga jornada esquivando el sabotaje para que el diario no viera la luz…

“Con la chaqueta en la mano, Mariátegui salió a la Plaza de Armas, ya envuelta en sombras. Detuvo un coche, se encaramó con trabajo en é y pidió al cochero que lo llevara a la calle Ormeño.
Un canillita corrió hacia ellos y les ofreció La Razón. José Carlos llevó la mano al bolsillo y sacó cinco centavos: “Dame uno, chico”. El cochero preguntó qué es eso?  Y Mariátegui contestó: “Es un diario  proletario, compañero”.

Texto narrativo, con datos verídicos,  periodismo en uso de técnicas narrativas diversas. Elegante y eficaz escritura. La crónica al servicio de la historia del periodismo; trabajo exhaustivo  con las fuentes  y diestro uso de técnicas narrativas procedentes de la literatura a fin de dar cuenta de la realidad. La múltiple realidad  la observable y la que late en la intersubjetividad de una época y un pueblo.

Al final, ante esta obra de Juan Gargurevich, escritor de fuste de prosa lozana,  ya no cabe preguntar  ¿Qué es?

Queda la convicción: Es  escritura de la más alta calidad. La que pone los recursos del lenguaje al servicio de la belleza útil. Escritura que nos reconcilia con lo mejor del texto narrativo, con lo mejor de  la tarea humana de comunicar.

No dejaremos de agradecer  por esta hermosa tarea de  Juan Gargurevich, querido amigo.

Una larga amistad

Gracias

JUAN GARGUREVICH REGAL (En sus palabras)
Periodista, Profesor de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor en la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. ¿Especialidad? Periodismo y su historia. Autor de varios libros sobre el tema. ¿El último? La tercera edición de La Razón. El primer diario de izquierda.

https://tiojuan.wordpress.com/

SI TE ACERCAS EN POS  DE CONCEPTOS Y LUEGO LOS LLEVAS A TUS ESCRITOS O EXPOSICIONES, TEN EL GESTO DE SEÑALAR LA FUENTE. ES LO CORRECTO.

MAYO DEL 68 y LAS RAÍCES DEL PRESENTE. Actualizado.

abril 28, 2008 a las 2:35 am | Publicado en Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Historia y Sociedad, Literatura y Periodismo, Miscelánea, Noticias y demás... | 10 comentarios
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Existen periodos en la historia en los que se concentran hechos extraordinariamente influyentes. Uno de esos es el período que va desde finales de los años 60’  y buena parte de los años 70’  del siglo XX. Y en él, mayo del 68 creo que sigue teniendo poder evocador. Cincuentaséis  años más tarde es útil traer a la memoria algunos sucesos. Mayo, 2024.

Es bastante obvio  que los hechos de una década no se dan de forma aislada de lo ocurrido en los años inmediatamente precedentes ni sus efectos se cierran al arrancar las páginas de un almanaque.  Por eso me siento tentada a creer que tal vez el fin de los años 60’ empezó a producirse en octubre del 67,  cuando al fracasar el proyecto de expansión guerrillera, Ernesto Che Guevara cayó detenido y fue luego fusilado en la localidad boliviana de Camiri. Muerte que lo convirtió en una de las figuras emblemáticas del siglo XX. Importante también recordar que en diciembre de aquel mismo año, Christian Barnad  salvó la vida de Lois Washkansky  al realizar el primer transplante de corazón en Ciudad del Cabo, en la Sudáfrica del apartheid. En la literatura Cien años de soledad de Gabriel García Márquez y Cambio de piel de Carlos Fuentes atraerán el interés de millones de lectores en todo el mundo.

 

De  1968 a 1970

 

Jan Palach

En enero del 68, en otro lugar del mundo, en Checoslovaquia, con el triunfo de Alexander Dubcek que significó una derrota para los estalinistas, se iniciaría un conjunto de reformas dentro del régimen socialista encaminadas a lograr lo que Dubcek  llamaba “el socialismo de rostro humano”.  Las libertades desencadenadas  tales como la libertad de prensa y expresión, así como la de reunión y elecciones democráticas, y más aun un histórico documento, el “Manifiesto de las 2000 palabras”  firmado por setenta científicos, artistas y deportistas, criticando la corrupción del régimen pro soviético,  irritó a Moscú y a los países del Pacto de Varsovia que terminaron invadiendo militarmente el país, con tropas que ingresaron a la ciudad de Praga ante el estupor de la opinión pública mundial y la oposición de la población. Terminó la Primavera de Praga y los líderes reformistas fueron expulsados del partido comunista, y Debcek  fue deportado a Moscú. El país quedó  ocupado y la asfixiante situación interna  quedó manifestada  meses después, el 16 de enero del 69, cuando el estudiante Jan Palach se prendió fuego frente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Carolina de Praga. En la carta que escribió antes de inmolarse, Palach demandaba la abolición de la censura. Con su muerte quiso alertar sobre la mentira, sobre la tergiversación de la verdad.

 

Niños vietnamitas huyendo del horror

Sin embargo, otra  circunstancia mantenía horrorizada a la opinión mundial y era la intensificación de la guerra de Estados Unidos contra un pequeño país.. Vietnam era una herida cotidiana  no sólo para quienes simpatizaran con la lucha del  Frente de Liberación Nacional (el que reunía a cristianos, budistas, socialistas y comunistas), la repulsa se traducía en mítines y protestas en todo el orbe. El 15 de abril del 67 una multitud de doscientos mil manifestantes protestó en el Central Park de Nueva York y treinta mil en San Francisco.  En  Nueva York, Martin Luther King y otros defensores de los derechos civiles llamaban  a la objeción de conciencia, se quemaron banderas y otros símbolos del poder.

 

Negros, latinoamericanos y jóvenes de los sectores más pobres eran enviados a morir en una guerra a todas luces injusta. Las imágenes de televisión y las fotografías en diarios y revistas mostraban a la población civil e indefensos niños víctimas de los efectos de la bomba de NAPALM  y soldados ejecutando civiles, como en el caso de la matanza de My Lai de marzo del 68, en la que murieron más de trescientas personas.

 

En mayo del 68 París ardió.
A inicios de ese año Cohn Bendit (Ver aquí)lideró en la universidad de Nanterre los reclamos por una reforma radical del sistema universitario. Al unirse la universidad de París la respuesta fue el cierre de La Sorbona. Pronto se inicio una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París. El intento de la administración de De Gaulle de ahogar las huelgas con el uso de la policía sólo contribuyó a encender los ánimos de los estudiantes. A los reclamos estudiantiles se unieron la repulsa por la guerra de Vietnam, el desempleo y la insatisfacción social. Posteriormente, una huelga general de estudiantes y de  diez millones de trabajadores en todo el territorio francés llevaron a  De Gaulle  a disolver la Asamblea Nacional y convocar  elecciones parlamentarias para el 23 de junio. El gobierno se encontraba al borde del colapso, pero la situación revolucionaria se evaporó tan pronto como había surgido. Los trabajadores volvieron a sus trabajos, a petición de la Confederación General del Trabajo, el sindicato izquierdista, y el Partido Comunista Francés. Cuando se celebraron las elecciones, el partido gaullista emergió más fuerte que antes y la izquierda perdió la mitad de sus votos.

Aquel mismo año se produjo en México la masacre de la plaza de Tatlelolco contra una concentración de estudiantes y que provocó centenares de muertos y la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI  ratificó  la prohibición para los creyentes del uso de la píldora anticonceptiva que desde inicios de la década se comercializaba en muchos países del mundo.

El 69, que se había iniciado con la imagen de Palach ardiendo en pro de la libertad,  continuó asombrando cuando el 21 de julio EEUU, reponiéndose del catastrófico incendio en tierra del Apolo II, logró el alunizaje de Aldrin y Amstrong  ante la mirada de millones de televidentes. En el 61 la URRSS había logrado el primer vuelo espacial tripulado por Yuri Gagarin y en el 63 Valentina Tereshskova se había convertido en la primera astronauta.  Durante diez años EEUU había gastado anualmente 5,000 millones de dólares en la carrera espacial. El desgaste internacional por la guerra contra Vietnam  hacía indispensable mostrar liderazgo tecnológico. Al interior de EEUU continuaron las manifestaciones pacifistas y las nuevas generaciones buscaban formas alternativas al “modelo de vida americano” basado en el consumismo. Las comunidades “hippies”  con lemas como “haga el amor y no la guerra”, junto con el amor libre y el consumo de las drogas fueron respuesta a la hipocresía imperial. Asimismo, el movimiento musical fruto de la inconformidad  y el deseo de una vida diferente, encontró en el Festival de rock Woodstock, “Tres días de paz, música y amor”, una de sus  más emblemáticas  manifestaciones.  Ese mismo año Fellini estrena su film Satyricom ambientado en la Roma de Nerón, caracterizada por la corrupción y la decadencia y donde transcurren las aventuras de Encolpius, un estudiante en un mundo de perversión y violencia, donde es secuestrado, esclavizado y sometido a todo tipo de brutalidades, hasta que consigue ser libre.

 

LLEGARON LOS 70’

 

Angela Davis y otros líderes de los Panteras Negras

El ingreso a la década de los 70 trae indudablemente cambios culturales de lo más profundos a la luz del desarrollo tecnológico, la expansión de la labor de  los medios de comunicación de masas,  la conversión de las ciudades en verdaderas megápolis, etc.,  Es así que nuevos sujetos  logran protagonismo.  En ese contexto se hace visible la lucha de las mujeres que habían ya  accedido masivamente a la educación y el trabajo extra doméstico.  Para sectores universitarios fueron de gran influencia las obras de escritoras feministas como Simone de Beavoir, cuyo libro El segundo sexo desde 1949 había venido revolucioando diferentes ámbitos; Bewtty Friedan con La mística de la feminidad de 1963 y Kate Mollet con sus estudios durante los primeros años de los 70 acerca de la Política sexual y poder  colaboraron a crear las condiciones de cuestionamiento al sistema patriarcal.

 

La preocupación por el deterioro del Medio Ambiente lleva en 1971 a la creación de Greenpaece y en 1972, en el llamado Club de Roma se presenta el Informe sobre los riesgos que para el planeta tiene una manera de “producir contaminando”. La tecnología ingresa cada vez con más fuerza a la vida cotidiana y también en 1971 se pone a la venta la primera calculadora de bolsillo, mientras en los países más altamente industrializados se deja sentir la influencia de la India en la propuesta de algunas sectas que preconizan una vuelta a la vida natural  alejada del consumo  que se iba haciendo compulsivo a tenor del desarrollo industrial y la expansión de los mercados,  todo ello acompañado de una actividad publicitaria de grandes proporciones.

 

En este punto no puede dejar de mencionarse el aspecto de la moda con toda una variedad de sentidos y significados que cambiará los patrones de vida y consumo. Las faldas se acortan al igual que los pantalones se hacen de uso corriente para las mujeres. Ambos sexos comparten peinados de inspiración africana, pantalones de boca ancha y zapatos de altas plataformas, del Asia  llegarán los cuellos al igual que  camisas y blusas de inspiración Nerhu, Serán  la manifestación de una manera de vestir  cosmopolita  en la que, curiosamente, la apariencia  dominante  es la “artesanal”.  Estas consideraciones que pueden parecer superficiales tienen sin embargo la intención de describir un estado de percepción de la realidad que empieza a ser cada vez más intensamente global a la vez que  coloca la atención en lo particular o local.

 

Pero el inicio de los 70’ fue también Biafra convertido en sinónimo de hambre y Sudáfrica en sinónimo de discriminación racial mientras Salvador Allende en Chile se convierte en el primer presidente socialista de América que accede al poder en elecciones y al año siguiente nacionaliza los recursos mineros y los combustibles y Pablo Neruda recibe el Premio Nóbel de Literatura que el año anterior había sido otorgado a Alexander Solzhenitsin.  En 1971 se fundan los Emiratos Árabes Unidos y en 1973, en medio de una gran crisis energética de los países  occidentales, la Organización de Productores de Petróleo, OPEP, hace sentir su fuerza. En Estados Unidos de América se  inician las grandes manifestaciones contra la invasión y guerra en el Vietnam.  En 1972  una gran manifestación de indígenas por el respeto al tratado de 1868  había sacudido EEUU  ya bastante convulsionado por las luchas de las minorías negras  por los derechos civiles.

En 1973 el sangriento golpe militar de Augusto Pinochet termina con el gobierno de Salvador Allende, asesinado en el palacio de La Moneda y pocos días  después muere Pablo Neruda. Ese mismo año Solzhenitsin publica  El archipiélago Gulag  dramática denuncia de atrocidades en la sociedad soviética y el etólogo  Konrad Lorenz  recibe el Premio Nóbel de Medicina  y publica El reverso del espejo  una denuncia contra la decadencia de la cultura de Occidente.

De lo vivido en el Perú en este mismo periodo he ido dando cuenta en distintas entradas de este blog.

¿TE GUSTÓ O TE PARECIÓ INTERESANTE?  POR FAVOR, MENCIONA LA FUENTE.


También ver:
“La ciudad poetizada…”.

» Yo tengo un sueño» Martín Luther King
https://hablasonialuz.wordpress.com/2013/08/25/martin-luther-king-yo-tengo-un-sueno-50-anos-despues/

 

JORGE LUIS MENDÍVIL, el crimen fue en Uchuraccay

enero 29, 2008 a las 3:12 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Documentos, Literatura y Periodismo, MIS POEMAS, Miscelánea, Noticias y demás... | 5 comentarios
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Faltaban pocos días para que muriera y lucía tan contento del  trabajo que venía realizando en El Observador que no hubiera podido imaginar que esa tarde, en el recibidor de  aquel  diario,  iba a ser la de nuestra última conversación. Yo había ido a cobrar unas colaboraciones. Él esperaba también por razones parecidas. Fue una de esas largas conversas en la que hablamos de  todo un poco. Me comentó algunos de sus proyectos. Reímos recordando anécdotas de clase.

Jorge Luis Mendívil,  jovencísimo, ojos alertas, interrogantes; sonrisa fácil, pensamiento veloz, curiosidad sin fondo,  fue uno de los primeros alumnos (me  iniciaba  en la  docencia) que tuve en la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Mesa a inicios de los años 80’.

Cuando ocurrió, incrédula, perpleja, escribí este breve texto que años después formó parte de un libro: 

Jorge Luis Mendívil

¿Para qué sirve un cuerpo tendido?

¿Para qué una cámara fotográfica en la fría mudez de un camino? 

Pequeño Jorge Luis 

alumno de primera fila 

¿Para qué la fatiga de las cuestas,

la última limonada,

las bromas, las risas

y toda tu confianza de veinte años 

tu desconcierto de niño,

el estúpido final?

Tu subida a la altura

persiguiendo la noticia

es ahora un inactual 

índice en alto

una exhaustiva  crónica. 

(Tierra de todos Lima, 1989 p.49)

 

Como se recuerda, el 26 de Enero de 1983, ocho periodistas acompañados de un  guía, partieron de la ciudad de Huamanga rumbo a la localidad de Uchuraccay , donde fueron asesinados. Jorge Luis, de 20 años,  fue una de las víctimas. Se culpó de la muerte a los habitantes del lugar.  Testigos e inculpados murieron misteriosamente a lo largo del proceso. Las familias aterrorizadas huyeron a la selva.   

Alberto Flores Galindo en La guerra silenciosa (1988) señaló que “la muerte de los periodistas fue útil en la estrategia antisubversiva: desde entonces salvo unas pocas  excepciones, ningún otro periodista saldría fuera de Huamanga. La versión sobre las muertes ocurrida en 1983 1984, es por eso exclusivamente oficial”

25 años han pasado. Para sus familias, los amigos, el periodismo peruano, son una inacabable presencia y un reclamo. 

Tags:  Jorge Luis Mendívil , Uchuraccay , muerte de periodistas

BRUNO DE OLAZÁBAL y la “creatividad” periodística.

May 13, 2007 a las 1:41 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Literatura y Periodismo, Miscelánea, Noticias y demás... | 15 comentarios
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En septiembre de 1999, Bruno de Olazábal, amigo y muy querido exalumno, estuvo entre los presentadores de mi libro Literatura y Periodismo. El texto que leyó – que tiene la calidad de su prosa y de su postura ética, puesta de manifiesto también en cada uno de sus reportajes – gustó mucho y la directora de la Revista Páginas se lo pidió y lo reprodujo en el número 160 de diciembre de ese año. Hace unas semanas publiqué una primera parte. Ahora va la versión completa. Para facilitar la lectura no he querido cortar el texto. Debo agregar que me siento muy agradecida por la generosidad de sus conceptos.

EL ZAPPING Y LA CREATIVIDAD PERIODÍSTICA

En uno de los rincones de mi casa hay alguien que está allí desde hace mucho tiempo con nosotros. Está arrinconado, pero no abandonado. No puede moverse por sí solo, pero su inmovilidad pasa inadvertida ante su inigualable locuacidad. Es un relator de historias incansable. No. No es el abuelo de la familia. Es el televisor. A su lado siempre estará un adminículo, un revolucionario prodigio tecnológico que ha permitido a los analfabetos funcionales – o sea, compulsivos televidentes como yo – reconocerse por primera vez en sus vidas como electores libres: el control remoto.

Con ambas herramienta la modernidad tiene erigida una de las mayores expresiones culturales del fin de milenio: el zapping. ¡Qué buena familia no se precia de hacer zapping! (en buen cristiano, agarrar el control remoto y cambiar canales por puro gusto en una sucesión casi espasmódica).

Hace algunos días me propuse practicar el zapping con todos los programas noticiosos. Desde entonces los noticieros obviamente gobiernistas del canal del Estado hasta los noticieros… gobiernistas de las estaciones privadas. Desde los matutinos tendenciosamente políticos del Canal 7 hasta los mañaneros políticamente apolíticos de los canales privados. Desde los reality shows convertidos en tendederos de miserias vecinales hasta los programas periodísticos dominicales donde ya no se habla de política porque es “política de la empresa no hacerlo”.

Pues en esa aventura hallé – sorprendido – que al parecer, los reporteros y redactores de nuestra televisión pertenecen a una suerte de cofradía secreta donde la membresía les impone como requisito una estricta uniformidad en el lenguaje. Por lo tanto, los dictados de un oficialismo informativo – que deben cumplirse a pie juntillas- tendrían su correlato además en un precario ejercicio narrativo que supondrá, salvo honrosas excepciones, el desfile cotidiano de lugares comunes, disonancias, afectaciones y gazapos imperdonables.

En mi singular zapping descubrí – espero que no sea tardíamente- que todos los crímenes en los noticieros de televisión son execrables, todos los incendios son dantescos; que los familiares en los entierros protagonizan escenas de profundo dolor; que las ceremonias siempre son pequeñas pero significativas; que palacio de Gobierno siempre será la Casa de Pizarro; que el presidente es el primer mandatario de la Nación y el alcalde Andrade el burgomaestre metropolitano, y que, después de un atentado o una toma de rehenes, siempre se debe vivir una tensa calma. Que las autoridades siempre tomarán cartas en el asunto, que la prostitución es el más antiguo de los oficios, que los policías y soldados son efectivos y que en el palacio de Justicia no se “abren” procesos sino que se aperturan. Amén del alucinante error de un noticiero nocturno que anunciaba en sus titulares todas las incidencias que provocó la fecha 9-9-99, “el día de la bestia”, pregonaba una voz “en off”, mientras yo “en on” gritaba ¡Qué bestia!, pero no como interrogante sino con signos de admiración porque como todos sabemos, el Apocalipsis habla más bien del “666” como el número de la Bestia. Un amigo muy indulgente con el autor de tan antológico gazapo me explicó luego que su error fue un error “de geometría”. Sí, de geometría porque leyó el 9-9-99 girado en ángulo de 180°.

La falta de creatividad en la redacción de los textos periodísticos no sólo de la televisión sino de la radio y hasta la prensa fueron el germen de una de las preocupaciones más vigentes en el trabajo de Sonia Luz Carrillo. Esta obra tiene ese eje recurrente en ella.

Literatura y Periodismo de Sonia Luz Carrillo. Lima, Editorial San Marcos, 1999

 En la dedicatoria del libro Literatura y periodismo se lee: “A los que me enseñaron a leer, a los que me impulsaron a escribir. A todos a los que he intentado enseñar ambas cosas”. En esta última línea (“A todos a los que he intentado enseñar ambas cosas”) insurge el espíritu que siempre ha inspirado la vida, sobre todo como docente universitaria, de Sonia Luz: su infatigable vocación por promover el ejercicio de la lectura y la escritura, fuentes iniciáticas, combustibles del alma. La preocupación por el cultivo personal.

En el segundo capítulo de este libro, en el subtítulo que abarca el Estilo Periodístico, Sonia Luz remarca lo que describimos: “La docencia universitaria en esta disciplina… me ha servido para constatar la verdad de esta consideración. Las ‘recetas’ para la elaboración de un texto poco ayudan cuando el redactor o redactora carece aún del cultivo personal necesario que le permita asistir con sensibilidad y transmitir – por ello- con eficacia los acontecimientos del mundo contemporáneo”.

La tesis de Literatura y periodismo es que existen vínculos entre el relato periodístico y la narración literaria. Destaca que como nexo fundamental los lenguajes periodístico y literario tienen el propósito de crear por selección y organización de datos un orden; un retrato simbólico del desorden de la vida. Para “crear ese orden” ambos lenguajes utilizan formas discursivas básicas de narración, argumentación descripción y trascripción de la oralidad, sostiene Sonia Luz Carrillo.

La fuerza motriz que trasluce Sonia Luz Carrillo en su obra es claramente docente: “…reflexionar sobre la necesidad de explorar nuevos caminos y renovar criterios para la construcción de textos creativos en condiciones optimas para su recepción y acogida por públicos masivos”, dice en la introducción de Literatura y periodismo. Es decir, valorar como instrumentos enriquecedores del mensaje periodístico los recursos formales que nos proporciona la literatura,  enriquecedores del espíritu humano por su calidad estética además.

A propósito de esto, Sonia Luz no halló frase más feliz para sus Comentarios Finales, pues escoge un pensamiento que Julio Ramón Ribeyro propone en La tentación del fracaso: “Escribir bien es un acto profundamente moral donde estética y ética se confunden”. Irrenunciables valores en Sonia Luz Carrillo: estética y ética, plasmados en su poesía y en su concepción del hombre libre, aquel que “convierte en profesión la práctica de buscar la verdad”, otro de los valores que debe construir todo buen periodista.

¿Y cómo alcanzar la verdad? podría ser la pregunta que se desprende  al hablar de los mensajes periodísticos.   Sonia Luz Carrillo nos remite al investigador Francesco Fatorello para desmitificar el tema de la “objetividad periodística”, término que podría ser intercambiado con el de “honestidad intelectual” del periodista por el que se inclina la balanza en el debate de las nuevas corrientes del nuevo periodismo. Edwy Plenel, director de Le Monde, el diario en lengua francesa más leído y prestigioso del mundo, decía justamente en una reciente entrevista concedida al diario Clarín de Buenos Aires que en el periodismo “no hay objetividad sino honestidad”.

Y así está escrito este libro.  Con honestidad. Sonia Luz Carrillo reivindica con transparencia algo en lo que siempre creyó.   Esa sensibilidad la transmitió también a sus alumnos. Gracias,  Sonia Luz, por este libro. Gracias, por lo que nos enseñaste. 
Bruno de Olazábal

Foto: Bruno de Olazábal y Sonia Luz Carrillo. Instituto Raúl Porras Barrenechea, Lima, 1999

A VECES EL HOMBRE CONFÍA DEMASIADO EN EL SILENCIO. Sebastián Salazar Bondy

abril 21, 2007 a las 12:10 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Literatura y Periodismo | 2 comentarios
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sebastian.jpg Sebastián Salazar Bondy

El corazón puesto a prueba

Sólo quiero decir
que a veces el hombre confía demasiado
en el silencio, en esa oscura cueva de lobos
y entra mortalmente en sus culpas.
Las toca suave, con algo de rubor,
pero paciente, pulcro, sin temores.

Integrando el libro Confidencias en alta voz, publicado en 1960, este poema forma parte de un conjunto titulado “Tres valses criollos” y en él Sebastián Salazar Bondy desde el primer verso anuncia el propósito de develar una honda introspección. Silencio confiado con el que se ingresa a esa cueva de lobos (notable imagen en contraste con el silencio) que es la conciencia de la culpa. No hay temor sin embargo, sino asunción de los actos que pudieran haberla provocado, casi diríamos que hay un solazarse en la evocación

Es cuando los cimientos crujen,
todo aquel edificio de memoria padece y se sacude,
y no hay en él nada que permanezca
ajeno al estremecimiento de la muerte.

Curiosamente, en los versos siguientes se produce una ruptura: la noción dominante es la de destrucción, de falta de sosiego. Todo peligra y se socava. La muerte de la memoria es obviamente el olvido o el deseo de olvidar. ¿Por qué el yo poético experimenta esta necesidad? Las pistas las encontramos en el siguiente apartado:

A qué quedarse así – pregúntase – a qué
llamarse a sí mismo hombre, es decir, razón
llamarse a sí mismo naturaleza,
llamarse a sí, con un apodo ilustre,
rey, doctor, clérigo, soldado,
o, simplemente, señor de sus locuras?

Los conflictos entre naturaleza y razón, constantes del mundo interior, son expuestos aquí. La condición humana se juega, para el poeta, en la razón,. Pero no puede negar que ella se manifiesta en una dimensión biológica, natural. De otro lado, no son las únicas dimensiones de lo humano y por ello la mención a los papeles sociales que toca, a cada quien representar, esos “apodos ilustres” socialmente reconocibles. Presente aquí el malestar que sufre un ser humano escindido. Sujeto individual que se ve alienado tanto con respecto a los productos de su actividad, como con respecto a sí mismo. (Adam Schaff).

En el caso del arte y la literatura los movimientos de vanguardia expresarían en su momento la desazón del ser humano que se resiste ante la gran maquinaria que lo succiona y lo disuelve. Y también encontramos aquí otra dimensión, la de la fantasía, la de la ausencia de explicaciones de orden lógico. “Simplemente, señor de sus locuras.” Maravillosa conjunción de esferas. Ser, vivir, es también asumir el señorío de la locura, de la libertad de la imaginación.

Es verdad, el corazón resiste poco,
es viejo, triste, y anduvo entre recuerdos
como un pastor entre animales salvajes,
entre lluvias y vientos,
débil voz en el estruendo de los días
Sólo quiero decir
que a veces el corazón está terriblemente solo.

¿Qué queda de esta mirada a los pliegues de la memoria? Desolación y tristeza. La conciencia de una afectividad indefensa ante los embates, se expresa con la imagen de un pastor apacible, caminando entre elementos hostiles: “animales salvajes”, “lluvias y vientos”, “estruendos de los días”. Es triste el tono del verso final. El momento de introspección ha terminado: Se constata soledad pero ésta se atenúa con el adverbio “ a veces”.

Sebastián Salazar Bondy (Lima 1924 – 1965) no sólo fue un importante poeta de la generación del 50, sino también uno de sus más notables narradores, dramaturgos y promotores culturales.

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