BRUNO DE OLAZÁBAL y la “creatividad” periodística.
mayo 13, 2007 a las 1:41 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Literatura y Periodismo, Miscelánea, Noticias y demás... | 15 comentariosEtiquetas: Bruno de Olazábal

En septiembre de 1999, Bruno de Olazábal, amigo y muy querido exalumno, estuvo entre los presentadores de mi libro Literatura y Periodismo. El texto que leyó – que tiene la calidad de su prosa y de su postura ética, puesta de manifiesto también en cada uno de sus reportajes – gustó mucho y la directora de la Revista Páginas se lo pidió y lo reprodujo en el número 160 de diciembre de ese año. Hace unas semanas publiqué una primera parte. Ahora va la versión completa. Para facilitar la lectura no he querido cortar el texto. Debo agregar que me siento muy agradecida por la generosidad de sus conceptos.
EL ZAPPING Y LA CREATIVIDAD PERIODÍSTICA
En uno de los rincones de mi casa hay alguien que está allí desde hace mucho tiempo con nosotros. Está arrinconado, pero no abandonado. No puede moverse por sí solo, pero su inmovilidad pasa inadvertida ante su inigualable locuacidad. Es un relator de historias incansable. No. No es el abuelo de la familia. Es el televisor. A su lado siempre estará un adminículo, un revolucionario prodigio tecnológico que ha permitido a los analfabetos funcionales – o sea, compulsivos televidentes como yo – reconocerse por primera vez en sus vidas como electores libres: el control remoto.
Con ambas herramienta la modernidad tiene erigida una de las mayores expresiones culturales del fin de milenio: el zapping. ¡Qué buena familia no se precia de hacer zapping! (en buen cristiano, agarrar el control remoto y cambiar canales por puro gusto en una sucesión casi espasmódica).
Hace algunos días me propuse practicar el zapping con todos los programas noticiosos. Desde entonces los noticieros obviamente gobiernistas del canal del Estado hasta los noticieros… gobiernistas de las estaciones privadas. Desde los matutinos tendenciosamente políticos del Canal 7 hasta los mañaneros políticamente apolíticos de los canales privados. Desde los reality shows convertidos en tendederos de miserias vecinales hasta los programas periodísticos dominicales donde ya no se habla de política porque es “política de la empresa no hacerlo”.
Pues en esa aventura hallé – sorprendido – que al parecer, los reporteros y redactores de nuestra televisión pertenecen a una suerte de cofradía secreta donde la membresía les impone como requisito una estricta uniformidad en el lenguaje. Por lo tanto, los dictados de un oficialismo informativo – que deben cumplirse a pie juntillas- tendrían su correlato además en un precario ejercicio narrativo que supondrá, salvo honrosas excepciones, el desfile cotidiano de lugares comunes, disonancias, afectaciones y gazapos imperdonables.
En mi singular zapping descubrí – espero que no sea tardíamente- que todos los crímenes en los noticieros de televisión son execrables, todos los incendios son dantescos; que los familiares en los entierros protagonizan escenas de profundo dolor; que las ceremonias siempre son pequeñas pero significativas; que palacio de Gobierno siempre será la Casa de Pizarro; que el presidente es el primer mandatario de la Nación y el alcalde Andrade el burgomaestre metropolitano, y que, después de un atentado o una toma de rehenes, siempre se debe vivir una tensa calma. Que las autoridades siempre tomarán cartas en el asunto, que la prostitución es el más antiguo de los oficios, que los policías y soldados son efectivos y que en el palacio de Justicia no se “abren” procesos sino que se aperturan. Amén del alucinante error de un noticiero nocturno que anunciaba en sus titulares todas las incidencias que provocó la fecha 9-9-99, “el día de la bestia”, pregonaba una voz “en off”, mientras yo “en on” gritaba ¡Qué bestia!, pero no como interrogante sino con signos de admiración porque como todos sabemos, el Apocalipsis habla más bien del “666” como el número de la Bestia. Un amigo muy indulgente con el autor de tan antológico gazapo me explicó luego que su error fue un error “de geometría”. Sí, de geometría porque leyó el 9-9-99 girado en ángulo de 180°.
La falta de creatividad en la redacción de los textos periodísticos no sólo de la televisión sino de la radio y hasta la prensa fueron el germen de una de las preocupaciones más vigentes en el trabajo de Sonia Luz Carrillo. Esta obra tiene ese eje recurrente en ella.

Literatura y Periodismo de Sonia Luz Carrillo. Lima, Editorial San Marcos, 1999
En la dedicatoria del libro Literatura y periodismo se lee: “A los que me enseñaron a leer, a los que me impulsaron a escribir. A todos a los que he intentado enseñar ambas cosas”. En esta última línea (“A todos a los que he intentado enseñar ambas cosas”) insurge el espíritu que siempre ha inspirado la vida, sobre todo como docente universitaria, de Sonia Luz: su infatigable vocación por promover el ejercicio de la lectura y la escritura, fuentes iniciáticas, combustibles del alma. La preocupación por el cultivo personal.
En el segundo capítulo de este libro, en el subtítulo que abarca el Estilo Periodístico, Sonia Luz remarca lo que describimos: “La docencia universitaria en esta disciplina… me ha servido para constatar la verdad de esta consideración. Las ‘recetas’ para la elaboración de un texto poco ayudan cuando el redactor o redactora carece aún del cultivo personal necesario que le permita asistir con sensibilidad y transmitir – por ello- con eficacia los acontecimientos del mundo contemporáneo”.
La tesis de Literatura y periodismo es que existen vínculos entre el relato periodístico y la narración literaria. Destaca que como nexo fundamental los lenguajes periodístico y literario tienen el propósito de crear por selección y organización de datos un orden; un retrato simbólico del desorden de la vida. Para “crear ese orden” ambos lenguajes utilizan formas discursivas básicas de narración, argumentación descripción y trascripción de la oralidad, sostiene Sonia Luz Carrillo.
La fuerza motriz que trasluce Sonia Luz Carrillo en su obra es claramente docente: “…reflexionar sobre la necesidad de explorar nuevos caminos y renovar criterios para la construcción de textos creativos en condiciones optimas para su recepción y acogida por públicos masivos”, dice en la introducción de Literatura y periodismo. Es decir, valorar como instrumentos enriquecedores del mensaje periodístico los recursos formales que nos proporciona la literatura, enriquecedores del espíritu humano por su calidad estética además.
A propósito de esto, Sonia Luz no halló frase más feliz para sus Comentarios Finales, pues escoge un pensamiento que Julio Ramón Ribeyro propone en La tentación del fracaso: “Escribir bien es un acto profundamente moral donde estética y ética se confunden”. Irrenunciables valores en Sonia Luz Carrillo: estética y ética, plasmados en su poesía y en su concepción del hombre libre, aquel que “convierte en profesión la práctica de buscar la verdad”, otro de los valores que debe construir todo buen periodista.
¿Y cómo alcanzar la verdad? podría ser la pregunta que se desprende al hablar de los mensajes periodísticos. Sonia Luz Carrillo nos remite al investigador Francesco Fatorello para desmitificar el tema de la “objetividad periodística”, término que podría ser intercambiado con el de “honestidad intelectual” del periodista por el que se inclina la balanza en el debate de las nuevas corrientes del nuevo periodismo. Edwy Plenel, director de Le Monde, el diario en lengua francesa más leído y prestigioso del mundo, decía justamente en una reciente entrevista concedida al diario Clarín de Buenos Aires que en el periodismo “no hay objetividad sino honestidad”.
Y así está escrito este libro. Con honestidad. Sonia Luz Carrillo reivindica con transparencia algo en lo que siempre creyó. Esa sensibilidad la transmitió también a sus alumnos. Gracias, Sonia Luz, por este libro. Gracias, por lo que nos enseñaste.
Foto: Bruno de Olazábal y Sonia Luz Carrillo. Instituto Raúl Porras Barrenechea, Lima, 1999
15 comentarios »
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bravo! gracias, sonia luz.
Comment by ocram— mayo 13, 2007 #
Gracias profesora, por el artículo, por la universidad, por todo! Y feliz día de la madre ;) Un abrazo
Comment by Kathy Subirana— mayo 13, 2007 #
Bruno era lo máximo. Una lástima haberlo perdido.
Comment by Danza Invisible— mayo 17, 2007 #
Doblemente gracias profesora. Por colgar este buen texto y por habernos transmitido esa vehemencia suya en las aulas de San Marcos. Hasta ahora recuerdo y aplico su frase: «El día que un periodista pierda su capacidad de asombro habrá perdido todo».
Comment by Elizabeth Milagros Salazar— mayo 18, 2008 #
Queridos Ocram, Kathy, Milagros, solo puedo repetir Gracias!
Danza, coincido contigo.
Comment by SoniaLuz— mayo 18, 2008 #
No tengo el orgullo de haber sido su alumna, pero siento mucha satisfacción de poder seguirla a través de este blog y el Facebook. De esta manera, me proveo de lecciones, valores, principios y técnicas que sé mejorarán mi trabajo relacionado al periodismo y a las comunicaciones. Gracias y éxitos, Sonia Luz.
Comment by barruetoraquel@yahoo.com— septiembre 27, 2012 #
Gracias a ti, Raquel. Suerte en tus tareas.
Comment by SoniaLuz— septiembre 28, 2012 #
que texto tan actual y necesario, gracias,
Comment by ysabel— septiembre 29, 2012 #
Aunque con gran demora, no quiero dejar de agradecer la visita y el comentario.
Comment by SoniaLuz— enero 13, 2014 #
Excelente :)
Comment by Javier— octubre 3, 2013 #
Gracias, Javier. Sí, Bruno tenía una gran calidad humana y profesional.
Comment by SoniaLuz— enero 13, 2014 #
El legado de Bruno queda.
Comment by Juan Carlos Luján— enero 13, 2014 #
Cierto, Juan Carlos y una pena que no llegara a publicar sus cuentos. Un día me los trajo a casa, era un breve conjunto; los tuve algún tiempo y al devolverlos le hice algunos comentarios y lo animé a editarlos. Posteriormente, cada vez que me visitaba o nos encontrábamos le mencionaba el hecho pero el periodismo de una etapa infame lo tenía absorbido. Bruno no solo era un joven sensible sino también culto, de excelentes lecturas.
Comment by SoniaLuz— enero 14, 2014 #
Y sabrá usted en donde quedaron esos cuentos? Me encantaría leerlos
Comment by Karina de Olazábal León— octubre 23, 2015 #
Deben estar en poder de su familia, lamento no poder ayudarla.
Comment by SoniaLuz— octubre 24, 2015 #