MI POESÍA SEGÚN LUIS ALBERTO RATTO: «acerada voz,… palabra cortante, corta y cortada, nunca entrecortada»

junio 1, 2013 a las 10:58 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Documentos, MI POESÍA SEGÚN ..., Miscelánea | Deja un comentario
Sonia Luz Carrillo y Luis Alberto Ratto. Lima, Asociación Nacional de Escritores y Artistas, ANEA, 31 de julio de 1979

Sonia Luz Carrillo y Luis Alberto Ratto. Lima, Asociación Nacional de Escritores y Artistas, ANEA, 31 de julio de 1979

1979

Hace seis años, en cuarenta menudas páginas, se nos presentó bullente Sonia Luz Carrillo, con versos que rompían todos los cristales de su entorno. Sin nombre propio tituló su primer libro de poemas, agitado y ferviente, en el que la luchadora social  que es Sonia Luz, agredía, incisiva, mordaz,  a los “burgueses diminutos” en muchas de las facetas que les son comunes: la esposa ideal (pág. 22), los concursos de belleza (pág. 31), los poetas de la aldea (24,32), convencida de que “A despecho de las buenas intenciones/ es inútil/ refaccionar paredes/ y techos/ sin remover los viejos/ e inservibles/ cimientos de mi casa” (pág. 25).

Poesía combativa la suya; crítica y desmitificadora se la llamó, no sin razón. De hecho, como ella misma se definiría en uno de sus poemas: “No/ de tenues rosas/ alelíes/ o cándidas violetas, /es mi aroma,/ni es mi voz/ ni mi música” (pág. 10). En una ruptura de lo  sicológicamente esperado para quienes quisieran asignarle a la mujer, también en poesía, el paciente papel de la silenciosa espera, insurgió su acerada voz, su palabra cortante, corta y cortada, nunca entrecortada.

Desde entonces ha continuado escribiendo poesía, paralelamente con sus actividades de periodista y de profesional de los medios de comunicación social, hecha al trabajo de traducir “la vida que pasa por mis manos”, en el preciso y necesario deslinde sobre los oficios con el que abría su primer libro de poemas.

Conciencia clara, pues, clara y temprana, de un quehacer que es razón de vida y en el que el poeta o poetisa (¿también tendrá  que sentirse la discriminación  hasta en estos términos?) o  poeta y poetisa se abocan a una sola realidad, la Poesía, presente siempre  en sus Poemas – plaqueta de 1976- o  en este  … y el corazón ardiendo , cuya aparición nos congrega esta noche.

Luis Alberto Ratto. Presentación del libro ...y el corazón ardiendo. ANEA, Julio 1979

Luis Alberto Ratto. Presentación del libro …y el corazón ardiendo. ANEA, Julio 1979

Es este un libro, en el buen sentido de la palabra, maduro; en él la reflexión  está presente, pero no para apagar el fuego sino para alentarlo a afrontar las contiendas en los día “furiosamente tristes” (Pág. 15). Así puede denominar ella a esta etapa negadora de un proceso revolucionario que concitó, hace algunos años, expectativas a nivel mundial y al que Sonia Luz  no fue ajena.

Un lustro ha transcurrido desde estas fechas hasta este desconcierto que hace más necesario “No callar” para lo cual hará falta “centrar el objetivo” y “modular el volumen” como sugiere el poema que abre el libro.

 Los puntos suspensivos con que inusitadamente inicia su título señalan la continuidad que para Sonia  significa la poesía, y también su posición con  ella y en ella ante la vida. No ha habido solución de continuidad, pues, en esta tarea que no se reduce a afición de domingo sino que constituye su razón de ser, su instancia última y primera.

El libro, como en toda progresión, retoma temas anteriores, para presentarlos con renovada perspectiva, e inserta otros nuevos que ha venido oteando al correr del camino. Una primera preocupación que salta a la vista es la búsqueda de la propia identidad, perceptible al modo de atenazante introspección y verificable en varios de los poemas: “permaneceré/ solo a mí/ parecida” (pág. 23), aun a riesgo de la propia soledad (pág. 13) dicho también angustiosamente en este Hai kai  realmente hermoso:

Hoy dentro de mí

Solo unos ojos

Asolándome (pág. 22)

 

Pero este mirar hacia adentro es lo que le permite, a costa de “mucho tiempo, mucho camino, mucha vida”, “distinguir la esencia de las formas” y sobre todo APRENDER LA AUDACIA DE SOÑAR LO POSIBLE, escrito así todo ello con mayúsculas en el poema “Balance a tiempo” (pág. 27) y lograr el “sólido soñar” de (el poema) “Firmemente en la tierra” (pág. 59).  Sí, soñar lo posible   es un razonado pie a tierra que preludia una serena asunción de las nuevas tareas y una  certera  visión del camino que agrupa a los  que:

…quemamos nuestras manos,

Los que tenemos el necesario optimismo

Los que no caemos en excesivo optimismo

Los que

Simplemente,  no desesperamos

Los que confía os en el curso de los ríos

Los que sabemos del tarde o temprano

En suma

Los que conocemos los clarísimos  designios

Por los cuales las plantas y los pueblos

Florecen (pág. 62  y última)

Esta clara conciencia de la madurez lograda a través del tiempo esplende en “El paso de los días” (17) y se hace huella perceptible y duradera en el “Poema cifrado”, aceptación sagaz y honda del sentido del tiempo “propicio al canto que reflexiona” (pág. 31-34).

Entre los temas recurrentes uno es el del hijo. En su primer libro se había dado entre otros, en ese inolvidable poema a su hijo Ricardo Lenin mientras llegaba, lograda síntesis de todo un acontecer vital, como solo puede lograse  mediante la decantadora propiedad de la síntesis que posee la mejor poesía (pág. 15); ahora en el recuerdo-homenaje a Rodrigo, el fugaz, prematuramente muerto; o en ese otro durante el “Tiempo de espera”  “En el que soy habitación/ y un corazón/n que crece”  y por quien siente – madre otra vez – “una nueva razón para la lucha” (pág. 56).

Sí, la lucha que Sonia Luz no ha abandonado y que la hace cantar al 19 de julio del 77 o mirar con sarcasmo el lenguaje de los medios. Es esta su posición  firmemente enmarcada  en una realidad que “nos astilla los ojos”, pero patria aquí, al fin, próxima y nuestra, que le da pie para escribir uno de los poemas mejor logrados del libro. Quisiera  leerlo entero en esta fecha de julio, tan propicia, por desgracia, a la hueca y chabacana palabrería patriotera con que se nos atosiga, más aún en este año infausto del 79; para que se vea cómo con tanta dignidad y hondura esa patria entrañable, lugar de las raíces más profundas, puede sentirse en verso sin cursilería:

 

CANTO AL ORIGEN, AL LUGAR DE LAS RAÍCES

Si algún día

Se me despoja de tus calles

Se me prohíbe recorrer

Tu perfil de guitarra

Si se me niega el derecho

A encanecerme

 A desgastarme

Entre tus piedras duras…

 

De qué color se tornará mi piel

Que no es de ningún otro

Que el que le da tu tierra.

Qué será de mi voz

Si es algo tuyo

Con el sonido y los acentos

Sólo por ti marcados

Cómo iba a vivir

Si no es en ti y contigo

Amada mía

Bella mía

Triste mía

Sonora y silenciosa

Patria

Tan urgida

Y tan cerca

y tan lejos

de lo claro. (pág. 41)

 

Son veinticinco  versos apenas, algunos de ellos bisílabos, y sin embargo, llegan a transmitir la sincera emoción  de lo sentido. Es que la verdadera poesía – y he aquí en este  libro una prueba palpable-  huye de los desarrollos ampulosos y circunscribe en la precisión sintetizadora, esencial, de los términos, el amplísimo contenido  de los conceptos y de su paralela acción evocadora.   Ha comenzado con un condicional: “Si algún día”  y tres reiteraciones referidas a castigo: “se me despoja…se me prohíbe…se me niega”;  la situación es hipotética  pero no improbable, al modo de “Si  España cae…”  vallejiano, que no fue solo un decir, como sabemos.  Qué contorno dramático adquiere entonces ése “si se me niega el derecho/ a encanecerme/ a desgastarme/ entre tus piedras duras”; al que han de seguir las preguntas para el supuesto de que tal cosa suceda:  “de qué color se tornará mi piel”.. “qué será de mi voz”…”cómo voy a vivir…” cuando piel, voz y vida son identificación plena con esa Patria Amada, Bella y Triste, pero suya, entrañablemente suya y tan urgida – a todas luces- de lo claro.

Creo sinceramente que es el ardido corazón, su rojo fuego el que surge en estas páginas y habla de una escritora cabal que marcha como diría Ricardo, su compañero, Contra viento y marea, con la antorcha encendida,  con voz propia ya, iluminando la vanguardia de nuestra mejor poesía, comprometida con su realidad y con su tiempo.

 

Lima, 31 de julio de 1979

Dr. Luis Alberto  Ratto Chueca

Dr. Luis Alberto Ratto

Profesor  en la Universidad Nacional  Mayor de San Marcos y Pontificia Universidad Católica del Perú. En la PUCP se  graduó como bachiller en 1951. En la Universidad de Salamanca, España, se doctoró  en Filosofía y Letras en 1954, con la tesis Las poesías del Príncipe de Esquilache, XII Virrey del Perú, ante un jurado integrado por  José María Ramos, Fernando Lázaro Carreter y Alonso Zamora Vicente. Es miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua.

Entre los años 1960 y 1968,  codirigió  con el poeta Javier Sologuren la Colección del Hontanar que editó diecisiete libros de poesía  de las Ediciones de La Rama Florida. En 1961, dirigió la colección Las Sumas Voces de tres poetas del Siglo de Oro español.

Sus estudios literarios han sido publicados en diversas revistas académicas y culturales tanto en el Perú como en el extranjero.  Ha ejercido el periodismo cultural en numerosas publicaciones.

TAMBIÉN VER: MI POESÍA SEGÚN JORGE NÁJAR (Dos entradas)

https://hablasonialuz.wordpress.com/2012/09/01/mi-poesia-segun-jorge-najar-en-callada-fuente-hace-un-ano/

 

LOS INTERLOCUTORES EN ‘CALLADA FUENTE’: LO COTIDIANO Y LO SACRO. Una lectura de mi poesía por JORGE NÁJAR

 

…y el corazón ardiendo. MI POESÍA SEGÚN ALEJANDRO ROMUALDO

https://hablasonialuz.wordpress.com/2013/04/28/y-el-corazon-ardiendo-mi-poesia-segun-alejandro-romualdo/

Tags:  Luis+Alberto+Ratto  , Poesía+Sonia+Luz+Carrillo , Poemas+Sonia+Luz+Carrillo , Carrillo+Crítica+literaria , Literatura+peruana  ,  Poesía+años+70 

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