SIN NOMBRE PROPIO (1973), “un contundente alegato”, MI POESÍA SEGÚN ANA MARÍA PORTUGAL
febrero 9, 2019 de 12:53 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, MI POESÍA SEGÚN ..., MIS POEMAS | Deja un comentarioEtiquetas: Ana María Portugal, Carrillo poeta peruana, poemario, Poesía peruana años 70', Sin nombre propio, Sin nombre propio de Sonia Luz Carrillo, Sonia Luz Carrillo
Entre las primeras notas que recibió la publicación de mi primer poemario, Sin nombre propio, Lima, 1973, se encuentra esta publicada por la escritora y periodista Ana María Portugal en el diario La Nueva Crónica el domingo 1° de julio de aquel mismo año. La comparto ahora con renovada gratitud.
La poesía nunca dejará de ser ese testimonio inveterado de todo lo que acontece en el interior del poeta, supremo alquimista que tiene el poder de transmitir, no solo la belleza formal de un universo inefable y complejo, donde la palabra es cincelada, modelada y transformada, sino también de asumir la condición de portavoz universal de las miserias y los goces, de las esperanzas y los fracasos del género humano.
El poeta escribe desde su habitáculo interior. Nunca irá al acto creativo limpio de sus acosos, de sus angustias, de sus miserias. Todo lo que él crea está comprometido indesligablemente con su condición humana. Un libro de poesía además de ser un oráculo, es la confesión, a viva voz, de una historia personal que, sin embargo, trasciende para fundirse en miles de historias personales que acontecen simultáneamente. Todo esto lo volvemos a comprobar cuando abrimos un libro de poesía de calidad. Nos ha ocurrido recientemente con un breve poemario titulado Sin nombre propio (1), de Sonia Luz Carrillo, poetisa de la nueva generación (éste es su primer libro).
La nota fundamental en estos breves versos, desnudos de todo alarde metafórico, está dada en el tema: un contundente alegato a favor de sus congéneres femeninas, las mujeres de esta época.
Contrariando la opinión de los editores que niegan a esta poesía toda vinculación con “el feminismo”, sostenemos que justamente Sonia Luz Carrillo, que escribe desde su ámbito de mujer, ha denunciado sin atenuantes, y usando el mismo lenguaje que emplearía una auténtica militante del “Woman Liberation”, la condición alienada de la mujer bajo el sistema capitalista: “Ella no sabe nada/ de arte/ ni de política/ Ella cada año/ pare un nuevo hijo./ Ella no saca para nada/ las delicadas narices del hogar”/.
Lo que pasa es que la palabra feminismo ha sido satanizada, y su sentido tergiversado para beneficio, claro está, de aquellos que no quieren entender que la liberación de la mujer está implícita en el reconocimiento de sí misma como ser oprimido en función de la biología. Bueno, pero ese es otro problema que no vamos a discutirlo aquí.
Al arremeter contra los mitos fabricados por la sociedad, Sonia Carrillo bucea en el fondo de sus angustias, inhibiciones, contándonos su peripecia cotidiana de esposa, madre y ciudadana, entidades que al fin y al acabo se funden en una, al descubrir descarnadamente cuánto cuesta ser mujer: “Tú te pones a escribir,/tú no te enteras que las tareas se amontonan,/ entonces se te acusa de loca o despiadada,/ se te arrojan palabras/ como pájaros heridos/ moribundos/ que luego serán/ carroña acumulada en tu memoria./ Más tarde se te acariciará/ y tún no tienes ningún deseo/ de hacer el amor./ Tú te sientes más cerca del horror de la guerra”.
Y luego se pregunta intrigada: “Dime Safo/ tú que también fuiste hembra/ e intentabas poesía/ ¿Fuiste también tenida/ en bello/ apetecible/ gran estorbo?. Sin duda ninguna, este testimonio desgarrado pero valiente, lúcido y consecuente, convertido en poesía, representa un valioso aporte no solo para la literatura, también para la concientización femenina dentro del actual proceso de cambios.
“Sin nombre propio”, Sonia Luz Carrillo. Talleres gráficos Minerva. Editorial Causachum, Lima, 1973. Carátula Víctor Escalante.
En: Diario La nueva Crónica, página editorial, Lima, domingo 1° de julio de 1973
Ana María Portugal
Periodista y escritora, se inició en la poesía publicando Poemas (1960-61) y Mano de poesía (1962), Las celebraciones (1970). Participó en diferentes eventos literarios realizados en Arequipa como el primer Festival de Poetas Jóvenes, la primera Feria de Arte y Poesía (1962), o el Certamen Poético Sur-peruano (1963). Integrante del grupo Poesía 64, fue corresponsable de la revista de literatura Homo.
A partir de los primeros años de los 70’ realiza una intensa actividad periodística en diversos medios. En Lima, Integró en 1973 el primer movimiento feminista Acción para la liberación de la mujer peruana, y desde entonces ha continuado su labor de reivindicación de los derechos de la mujer. Fue cofundadora en 1979, del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. En 1978, junto a Esther Andradi, había publicado el libro Ser mujer en el Perú. Como investigadora en temas de género, es autora de muchas e importantes trabajos acerca de la presencia en la historia de las mujeres peruanas y latinoamericanas.
Desde hace muchos años reside en Santiago de Chile donde tiene a su cargo la coordinación de Isis Internacional.
“YA SOY EL RÍO, YA VOY POR LAS PRADERAS …”JAVIER HERAUD EN LA MEMORIA , en la poesía.
enero 19, 2019 de 12:56 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura | 3 comentariosEtiquetas: Cuadernos del hiontanar, El río de Heraud, Javier Heraud, Javier Sologuren
Javier Heraud, (Lima, 19 de enero 1942, Madre de Dios, 15 de mayo 1963) eternamente joven, hubiera cumplido 77 años de no haber sido asesinado en Madre de Dios. No hay mejor manera -creo- de recordarlo que releyendo su poesía y entregar su transparente belleza.
EL RÍO
1
Yo soy un río,
voy bajando por
las piedras anchas,
voy bajando por
las rocas duras,
por el sendero
dibujado por el
viento.
Hay árboles a mi
alrededor sombreados
por la lluvia.
Yo soy un río,
bajo cada vez más
furiosamente,
más violentamente
bajo
cada vez que un
puente me refleja
en sus arcos.
2
Yo soy un río
un río
un río
cristalino en la
mañana.
A veces soy
tierno y
bondadoso. Me
deslizo suavemente
por los valles fértiles,
doy de beber miles de veces
al ganado, a la gente dócil.
Los niños se me acercan de
día,
y
de noche trémulos amantes
apoyan sus ojos en los míos,
y hunden sus brazos
en la oscura claridad
de mis aguas fantasmales.
3
Yo soy el río.
Pero a veces soy
bravo
y
fuerte
pero a veces
no respeto ni a
la vida ni a la
muerte.
Bajo por las
atropelladas cascadas,
bajo con furia y con
rencor,
golpeo contra las
piedras más y más,
las hago una
a una pedazos
interminables.
Los animales
huyen,
huyen huyendo
cuando me desbordo
por los campos,
cuando siembro de
piedras pequeñas las
laderas,
cuando
inundo
las casas y los pastos,
cuando
inundo
las puertas y sus
corazones,
los cuerpos y
sus
corazones.
4
Y es aquí cuando
más me precipito
Cuando puedo llegar
a
los corazones,
cuando puedo
cogerlos por la
sangre,
cuando puedo
mirarlos desde
adentro.
Y mi furia se
torna apacible,
y me vuelvo
árbol,
y me estanco
como un árbol,
y me silencio
como una piedra,
y callo como una
rosa sin espinas.
5
Yo soy un río.
Yo soy el río
eterno de la
dicha. Ya siento
las brisas cercanas,
ya siento el viento
en mis mejillas,
y mi viaje a través
de montes, ríos,
lagos y praderas
se torna inacabable.
6
Yo soy el río que viaja en las riberas,
árbol o piedra seca
Yo soy el río que viaja en las orillas,
puerta o corazón abierto
Yo soy el río que viaja por los pastos,
flor o rosa cortada
Yo soy el río que viaja por las calles,
tierra o cielo mojado
Yo soy el río que viaja por los montes,
roca o sal quemada
Yo soy el río que viaja por las casas,
mesa o silla colgada
Yo soy el río que viaja dentro de los hombres,
árbol fruta
rosa piedra
mesa corazón
corazón y puerta
retornados,
7
Yo soy el río que canta
al mediodía y a los
hombres,
que canta ante sus
tumbas,
el que vuelve su rostro
ante los cauces sagrados.
8
Yo soy el río anochecido.
Ya bajo por las hondas
quebradas,
por los ignotos pueblos
olvidados,
por las ciudades
atestadas de público
en las vitrinas.
Yo soy el río
ya voy por las praderas,
hay árboles a mi alrededor
cubiertos de palomas,
los árboles cantan con
el río,
los árboles cantan
con mi corazón de pájaro,
los ríos cantan con mis
brazos.
9
Llegará la hora
en que tendré que
desembocar en los
océanos,
que mezclar mis
aguas limpias con sus
aguas turbias,
que tendré que
silenciar mi canto
luminoso,
que tendré que acallar
mis gritos furiosos al
alba de todos los días,
que clarear mis ojos
con el mar.
El día llegará,
y en los mares inmensos
no veré más mis campos
fértiles,
no veré mis árboles
verdes,
mi viento cercano,
mi cielo claro,
mi lago oscuro,
mi sol,
mis nubes,
ni veré nada,
nada,
únicamente el
cielo azul,
inmenso,
y
todo se disolverá en
una llanura de agua,
en donde un canto o un poema más
sólo serán ríos pequeños que bajan,
ríos caudalosos que bajan a juntarse
en mis nuevas aguas luminosas,
en mis nuevas
aguas
apagadas.
JAVIER HERAUD. EL RÍO (1960) Lima, Cuadernos del hontanar. Edt. La rama florida, dirigida por el poeta Javier Sologuren.
“Nunca quise la energía de este planeta…” POEMAS DE PABLO SALAZAR CALDERÓN
diciembre 7, 2018 de 11:30 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura | Deja un comentarioEtiquetas: Buen viaje, Editorial Paracaídas, Ikarus 10, Pablo Salazar Calderón, Poesía peruana

Pablo Salazar, noviembre 2018
Recital Editorial Paracaídas.Centro Cultural de España-Lima
PAÍS AUTOBOT
Nunca quise la energía de este planeta
tampoco ser un escarabajo abandonado en una playa
con la carrocería repleta de stickers del mundial 78
por eso me retiro a ese descampado cubierto
por envoltorios de golosinas y botellas de cervezas
para ser esta chatarra rabiosa
que olvida.
DÍA 2 (LOS CHOFERES DEL MAÑANA)
Buses del año que vendrá
del modelo que vendrá
en la avenida que vendrá
se detienen ante el semáforo
Los buses que nunca se pudieron ir
esperan ante el semáforo negro
pasan años
gobiernos de facto
vendedores choferes cobradores pasajeros
suben bajan de las unidades que no se movieron más
-el semáforo no cambia de color –
Los buses que vendrán
aguardan en bolsas de plástico transparente
Solo al llegar la noche
irradian su color verde
por las calles
La oscuridad les habla de nosotros
hasta que llega la mañana
EN LA PISTA DEL PÍMBOL
Tenemos el rostro de Tupac Amaru en nuestras monedas
guardo una en mi jean nevado
otra se va por el mueble negro del pinball
mis ojos son un mirador
una cabina que sigue a los enatrus alcanzando a las combis
una noche con pocos postes de luz
El pímbol
es una eterna urbanización recién acabada de construir
en la cual no es permitido el paso de esos minibuses
los silenciosos motores de los Ikarus 10
y sus grandes carrocerías
los expulsan
Las calles solitarias vuelven
El crédito de mi moneda
dispara una bola plateada por la pista

Buen viaje, Ikarus 10 Lima, Editorial Paracaídas , 2018 Su más reciente libro y del que tomamos los poemas
PABLO SALAZAR CALDERÓN (París, 1978). Se formó en el colegio Los Reyes Rojos y luego estudió Humanidades en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado los poemarios Terrado de cuervos (2008), Piedralaventanaelcielo (2011) y Buen viaje, Ikarus 10 (2018). Actualmente se dedica a la docencia en el Colegio de la Inmaculada, en Lima.
SOL REENCONTRADO , Poema
noviembre 3, 2018 de 12:15 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comunicación y Cultura, Creación, MIS POEMAS | 2 comentariosEtiquetas: Las frutas sobre la mesa, Poemas Sonia Luz Carrillo, Poesía Sonia Luz Carrillo, Poeta Sonia Luz Carrillo Mauriz, Sol reencontrado Sonia Luz Carrillo

Sonia Luz Carrillo. Casa O’Higgins, Centro de Lima. 26.10.18
SOL REENCONTRADO
Eres octubre o noviembre
en Lima.
Lo que intento decir
a través tuyo
es claridad frescura
sol reencontrado.
Piel apenas bordada
eres
aliento
al darme con tu brillo
tu talento inmediato
que desafía
y vence
nieblas y medianías.
Si supieras
con qué prodigio conviertes
en brisa la fatiga
de estar de vuelta
de tantas horas densas.
Pero nada puede poesía
contra el tiempo
y sus marcas soberbias
contra el tejido
de innumerables circunstancias.
Nada puede poesía
por eso nada proclama
ni reclama
ni hace explícito.
Ahí su encanto
ahí su riqueza
ahí su trabajoso deleite.
En: Las frutas sobre la mesa
Lima, 1998
90 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE LOS “7 ENSAYOS” / Simposio
octubre 25, 2018 de 9:50 pm | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: 7 ensayos de interpretación, El proceso de la Literatura, José Carlos Mariátegui, Simposio Mariátegui 2018, Sonia Luz Carrillo Mauriz
Con motivo de recordarse los 90 años de la publicación de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de José Carlos Mariátegui, la Casa Museo –con auspicio del Ministerio de Cultura y el apoyo de la “Asociación Amigos de Mariátegui”, ha programado un Simposio, que tiene lugar en Lima entre el 24 y el 26 de octubre. En la circunstancia, destacadas personalidades de la vida peruana abordan los mismos temas abordados en este libro emblemático de la cultura nacional, para reflexionar en torno a ellos y diseñar el pensamiento contemporáneo, procurando actualizar el objetivo del autor.
El simposio fue inaugurado el miércoles 24 del presente mes en el edificio Juan Santos Atahualpa, del Congreso de la República; y se viene desarrollando días JUEVES 25 y VIERNES 26 del mismo mes entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde.
7 Mesas de trabajo analizan cada uno de los Ensayos de la obra del Amauta, y en ellas tres expositores sustentarán sus puntos de vista. Antes de concluir, una Octava Mesa abordará el sentido general de la obra, promoviendo su lectura actualizada. De este modo, 23 intelectuales peruanos aportarán en el empeño de mantener vivas las enseñanzas de José Carlos Mariátegui, y proyectar su obra.
Personalmente, participaré el viernes 26, a las 3:00 p.m., en la Mesa dedicada a “El Proceso de la Literatura”. Local: Casa Museo José Carlos Mariátegui. Jr. Washington 1946, Lima
Están invitados, el ingreso es libre.
“ESPÍRITUS TAL VEZ SEA EL CANTO MÁS AUTOBIOGRÁFICO QUE HASTA AHORA ENTONO”, JORGE NÁJAR ACERCA DE SU MÁS RECIENTE POEMARIO
septiembre 27, 2018 de 12:50 am | Publicado en Algunas fotos, Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura | Deja un comentarioEtiquetas: Espíritus de Jorge Nájar, Jorge Nájar, Poeta Jorge Nájar, Pucallpa
Un libro río, libro de extensos territorios; homenaje y reflexión de recorridos que van desde los orígenes, desde las decisiones y el reencuentro en la memoria. Jorge Nájar, poeta peruano nacido en Pucallpa, departamento de Ucayali, en la selva amazónica, ha creado un vasto texto de pareja intensidad del que ahora dejo solo una breve selección. ESPIRITUS, Éditions Folle Avoine, 2018, edición bilingüe, traducción de Michéle Lefort, fue presentado en setiembre en Bessançon , el este de Francia, Doubs, región de Borgoña-Franco Condado. Jorge, querido amigo, compañero de largos caminos e invariable afecto, me ha hecho el regalo de esta primicia. Un placer compartirlo.
Abre el libro el siguiente epígrafe:
“Para mis padres, en el corazón de la verdad,
aunque algo tarde.
Pour mes parents, au coeur de la vérité,
bien qu’un peu tard.”
Luego el poeta revela sus motivaciones:
Brotando de la noche cósmica llegó Espíritus como una piedra incandescente cuando yo vivía inmerso en la experiencia de crear una urbe amazónica : Mayushín, un espacio real e imaginario en el que convergieran los personajes con los que yo me hice al mundo. El poema irrumpió con tal insistencia que me vi obligado a realizar una pausa en la experiencia narrativa. Era una masa mineral compuesta de mitos y exorcismos que se tradujo en un tejido de voces habitado por el contrapunto entre los conjuros curanderiles y lo que iba emergiendo desde el fondo de la memoria. ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos en el mundo? ¿Adónde vamos? Buscamos trascender por el artificio verbal estas grandes interrogaciones. Y en ese anhelo encontramos fragmentos de melodías añejas, destellos de metales extraños en medio de una combustión volcánica. En claro, Espíritus tal vez sea el canto más autobiográfico que hasta ahora entono, la vida de un amazónico que se ha ido y que regresa cada vez que puede, física y psicológicamente. He querido que esos ires y venires queden plasmados en sus venas. En su entramado de voces he buscado la resonancia de parte de mi adolescencia y juventud andariega por los pueblos amazónicos, así como mi vida en diferentes ciudades del planeta. La voluntad de operar con la memoria ha conllevado también un viaje hacia la sangre. ¿Qué somos? La voz central se desplaza desde el poliédrico monstruo urbano hacia las nacientes de los ríos amazónicos con el único anhelo de re-construir el universo.
Pucallpa. Foto StarPerú
ALGUNOS POEMAS
Árbol de luz
Labrado por el placer y los años
estoy a los pies del árbol-madre,
con los ojos brillantes, descalzo,
avanzando hacia la sangre ;
subo desnudo por los aires, los ríos
donde me plazco, lloro, canto ;
subo hacia las inocentes flores
que mis afanes le arrancan.
¿ El viento negro pretenderá devastarme ?
Más arduo sería quedarme en silencio,
inmovilizado por las mariposas de la noche.
Saltan los pétalos, saltan los cogollos,
materia generadora de la vida.
Soy ese camino hacia la luz.
Soy el camino que se hunde
en la verdad
Entre quienes van a quién sabe
qué profundidades, qué placeres,
doy un salto hacia la luz ;
y allí reencuentro en la algarabía
de criaturas de la vida, del dolor,
la humildad de los que vuelven,
el jolgorio de los que se van
y en compañía de ellos me digo :
al diablo el oropel, los festines
las luces de bengala,
al diablo.
Al diablo los precipicios del vivir
en la guerra de todos los días ;
mejor sería quedarse soñando
a tus pies viejo árbol,
limpiarse de la vanidad oculta
en el aire tan simple que nadie ve.
Y en el charco amarillo el reflejo
de la luna, del colibrí cantando
mientras saboreo tu grandeza.
Con tu savia vienen las promesas
de otro mundo, de otro sueño.
Poco importa si al despertar
la noche arda o no
pues lo que sí cuenta
es brillar bajo tu sombra.
V
¡ Caer ! ¡ Volar ! ¡ Soñar otra vida !
Vértigo de imágenes, torbellinos negros,
un rayo en el alma, hilo de humo
en el circuito del goce.
¿ Mi voz tiembla ?
Nada es error
salvo los caminos nunca recorridos,
el patio, la casa que no construiste ;
los ríos, los amores no navegados.
Con los caminos del mundo en el rostro
yo te recorro por donde nunca nadie ;
allí me fundo en diamante.
Quieres que tu alma avance
serena y violenta como una flecha
hacia el punto en el que la herida
se convierte en canto,
puro e intenso como la sangre.
Tú cantabas al placer de haber llegado
bajando de la montaña de Montmartre ;
hablando del Perú y sus glorias pretéritas
respirabas el aire cristalino de los Andes
y el aroma de los bosques que son tuyos,
reconstruyendo el mundo
por las orillas del Sena.
Que esa sea tu única verdad,
reconstruir el mundo y cantarlo.
¡ Caer ! ¡ Renunciar !
¿ Qué harás cuando vuelvas del naufragio ?
No es suficiente
seguir buscando diamantes ;
vana ilusión volver a la isla
donde dicen la felicidad espera.
Tal vez sí subir
por la montaña oculta
buscando resurrección
y transparencia.
Mi espíritu te ha leído el cuerpo.
Sin pureza nadie que resista
los carbones que arden en tu cráneo,
el hielo en que te plasmas de repente.
Sin pureza nadie que resista la maldad.
Yo sé curarte incluso en el delirio.
De oro pinto tus circuitos,
las barreras saltan, el cielo arde ;
se forma un torbellino dentro de ti,
las columnas de humo se disipan,
mi melodía enciende otras luces
en tu cuerpo apagado,
soldado que regresas
herido y sin coraza
no sé de qué trincheras.
En lo oscuro vive el espanto.
Allí impongo mi palabra,
ahí puedo corregir tus rupturas,
desatar nudos, atar puentes,
dibujar un cuerpo brillante en tu noche,
una estrella en el remolino de la sangre.
De tu corazón brota otra luz.
El país de las pasadas glorias,
tus abuelos, nosotros mismos
nos perdemos en una historia sin remedio.
Ahora que duermes a los pies del árbol-madre
no olvides que casa es pensamiento,
puro querer, puro anhelar ;
casa sólo es tu propio cuerpo
y pura ficción los antiguos imperios.
Mi canto fundó su ley en tu cuerpo.
Te has convertido en un ser nuevo.
Los colibríes deliran en el aire
pues te han bordado otro destino ;
falta saber qué harás de tu existencia
por las sendas del anonimato planetario.
No dejes que te enturbien raíces venenosas ;
piensa en tu grandeza ahora que brillas
y te alejas de este mundo incierto,
torre de luces en la oscuridad,
torre del alba, torre de aire.
Yo curo con mi canto.
Brillan en tu mente
inmensidades, cataclismos
que ya nadie puede predecir.
¡ Din-di-rin-din ! ¡ Din-di-rin-din !
Ahora que bailas
entre las lanzas de la lluvia,
los espíritus de las plantas
alumbran tus oscuridades ;
lava de viejos volcanes,
puente de otros sueños,
tejido invisible
entre oro
y azul.
Te has vuelto invisible
para no hablar nunca más
desde el otro lado de la noche.
Purificación (fragmentos)
La voz materna te habla de una flor
que no existe ni antes ni después,
sal y agua del instante,
y tiemblas ante la idea de perderte
en la noche en pos de esa flor.
Nadie sabe quién más viaja
dentro de los cuerpos
que habitamos.
Nadie.
Quieres alcanzar, acariciar
el espíritu de tu madre,
llorar en sus brazos
como los niños
por algo imposible.
Tropiezas y te encharcas
en el lodo de la historia,
de las sangres.
¿ Adónde has de llegar
con tantos extravíos
en la trama de tu ser ?
Pero ya nada te contiene.
Nada.
Invisible
Cuando regrese, si alguna vez ocurre,
estaré muy lejos de cuanto pude haber sido.
Un hombre que abre los brazos y vuela.
Árbol florido, gota de rocío.
Avanzaré más allá de todo lo que me ha unido a la raíz.
Me hundiré en lo más hondo de todo lo que me ata a qué.
Más cerca de donde nunca estuve
cuando me toque volver con los brazos abiertos.
En el instante en que ya no sea ni roca, ni árbol ;
sólo una gota de rocío.
Cada vez más lejos
del dónde,
del cuándo,
del qué,
permaneceré grabado en el aire
como un trazo invisible,
lleno de colores, manchas,
rasgaduras, cuellos, ojos.
Y nadie podrá descifrarlo.

PRESENTACIÓN. J.C.Lechvere. el poeta y editor Yves Prié y Jorge Nájar.
Testimonio de algunos tramos de caminos

Fanals, donde el poeta pasa algunas temporadas.

Bilbao. Guggenheim. 2015

J. Nájar, Elqui Burgos, Sonia Luz Carrillo y Ricardo Falla Barreda. París, 2018
HOY EN LIMA, UN OTOÑO AZUL, fruto de la labor de promoción cultural de GLORIA MENDOZA BORDA en la Alianza Francesa de Arequipa.
agosto 29, 2018 de 12:14 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: Alianza Francesa Arequipa, Giovanna Minardi, Gloria Mendoza Borda, Sonia Luz Carrillo Mauriz, Un otoño azul. Libro
La poeta Gloria Mendoza Borda convirtió los martes en día dedicado a la literatura. Fue en Arequipa, ciudad de adopción de esta escritora puneña, donde desde hace diez año tuvo esa feliz iniciativa e ininterrumpido esfuerzo. Así lo reconoce en el proemio de libro Un otoño azul, fruto de esa actividad, el presidente del directorio de la Alianza Francesa de Arequipa, Juan Alfonso Vignes, quien señala “Ella de manera muy silenciosa pero efectiva, ha sido ‘un faro en nuestra ciudad”.
Luego relata “Cada martes con su fructífera actividad literaria, ha iluminado de cultura y sabiduría nuestra hermosa Arequipa; lo cual ha permitido enriquecer el espíritu de nuestros conciudadanos y de manera generosa y sin egoísmo, ha dado oportunidad para que muchos nuevos talentos puedan expresar su obra , y de igual forma, muchas personas comunes y corrientes accedan a disfrutar la belleza de la literatura en todas sus formas y expresiones”.
Resalta también algo que todos los que conocemos y queremos a Gloria lo sabemos desde siempre al reconocer “su personalidad fuerte e indoblegable para superar todos los obstáculos que se le presentaban cada día…logrando los objetivos que se proponía”.
En palabras de Florente Voiret, director de la Alianza Francesa de Arequipa, “Martes Literario” no solo congregó a poetas sino escritores en general, artistas plásticos, músicos, teatristas, fue democrático tanto como versátil.” Y agrega “Por nuestro auditorio y biblioteca desfilaron artistas de diferentes agrupaciones, colectivos poéticos y procedencias lejanas…”
En torno al contenido múltiple de la obra que hoy miércoles se presenta en Lima, la escritora Maigualida Pérez precisa: “Esta antología nace como expresión y coordinación de esta insigne poeta y de la voluntad múltiple de numerosas individualidades. Aquí, en este libro, encontramos una rica y espléndida trayectoria de las letras arequipeñas y de los invitados que acudían a la Alianza Francesa para disfrutar la narrativa, la poesía y la prosa ensayística y documental”.
Un otoño azul publicación de la Alianza Francesa de Arequipa es una selección de textos en los géneros de poesía, narrativa, testimonio y otros, realizada por la querida poeta peruana Gloria Mendoza Borda, resultado de la actividad “Martes literario”, iniciada en el año 2006. Noventa autores reunidos en un una cuidada edición de Cuervo editores y que lleva notas de dos escritores peruanos radicados en el exterior, Walter Lingán y Porfirio Mamani.
La presentación en Lima se lleva a cabo hoy miércoles 29 de agosto de 2018 a las 7:00 p.m. en el auditorio provisional del IRPB ubicado en Av. Ricardo Palma 341 Miraflores. Participan en los comentarios Doris Moromisato, Gloria Mendoza Borda, Eliana Vásquez Colichón y Ricardo González Vigil.

Giovanna Minardi, Sonia Luz Carrillo Mauriz y Gloria Mendoza Borda, Plaza Mayor de Lima. 2018

Gloria Mendoza Borda y Sonia Luz Carrillo.Local histórico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, junio 2018
De Gloria solo me resta decir que mantenemos una amistad sin fisuras a lo largo del tiempo, cariño recíproco y aprecio mutuo por nuestro trabajo literario. Es autora, entre otros, de los siguientes títulos:
Los grillos tomaron tu cimbre (Cuzco: Casa de la Cultura, 1971); Lugares que tus ojos ignoran (San Antonio, Texas: M&A Editions, 1985); Legendario lobo (Lima, 1995, Ed. Facultad de Medicina); La danza de las balsas (Lima: Editorial Horizonte, 1998); Dulce naranja dulce luna (Lima: Arteidea Editores, 2001; Qantati deshojando margaritas (Lima: Arteidea Editores, 2006); No digas que no sé atrapar el viento (Lima: Arteidea Editores, 2011); Desde la montaña grito tu nombre (Lima: Lluvia Editores, 2013); Amtasiña (Puno: UNA, 2013); Mariposa Blanca /Mariposa Negra (Arequipa, Editorial Lemos 2017).
Gracias, Gloria querida, por la incorporación de un texto de mi autoría.
Acerca de Gloria Mendoza y algunos poemas, ver:
LA POESÍA DE GLORIA MENDOZA BORDA, bálsamo en la retama
TOM WOLFE: NUEVA YORK, CALIFORNIA, dos ciudades para ser narradas
junio 9, 2018 de 1:10 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos, Noticias y demás... | Deja un comentarioEtiquetas: Años 60', California, No ficción, Nueva York, Nuevo periodismo, Periodismo, Tom Wolfe

Wolfe. Fuente: Internet
El 14 de mayo último murió Tom Wolfe a los 87 años. Con él se va extinguiendo la promoción de periodistas que renovó la crónica periodística al aplicar en el texto las técnicas de la narrativa literaria. Wolfe, había nacido en Virginia en 1931, estudió Literatura Inglesa en Washington y más tarde, en 1959, se doctoró en Filosofía en la Universidad de Yale con una tesis sobre la influencia del comunismo en los escritores norteamericanos. Su carrera periodística se inició en el diario La Unión de Massachusetts, y continuó en el Esquire, The New York Herald Tribune y Washington Post. Autor de novelas, como La hoguera de las vanidades, sus trabajos enmarcados en lo que dio en llamar El nuevo periodismo fueron publicados en el suplemento del New York Herald Tribune.
En el fragmento que sigue, Wolfe da cuenta del contexto en el que, ante la ausencia de narrativa literaria que registrara los cambios urbanos que se venían produciendo en la sociedad estadounidense de los años 60’, a través de relatos de “no ficción”, se abren las posibilidad de renovar el texto periodístico.
NUEVA YORK Y CALIFORNIA por TOM WOLFE
Cuando llegué a Nueva York a principios de los años sesenta, no pude dar crédito al espectáculo que se abría ante mí. Nueva York era un pandemónium con una sonrisa burlona puesta. Para los tipos con dinero —y parecían multiplicarse como conejos— era la época más desatada, más insensata que se había conocido desde los años veinte… Un universo de gordinflones y gordinflonas peripuestos y melosos de-cuarenta-y-cinco-años con ojos como cáscaras de nuez que se les iban delante de los pasteles de menudillos, que llevaban fajas y minifaldas y pestañas Little Egypt y patillas y botas y campanitas y pulseras del amor, que bailaban el Watusi y el Funky Broadway y se agitaban y hacían muecas y sudaban y sudaban y hacían muecas y se agitaban hasta las primeras luces del alba o la completa deshidratación, lo que llegase primero… Era un carnaval abrumador. Pero lo que realmente me maravilló es que, como escritor, lo tenía prácticamente todo para mí. Tan deprisa como permitían mis posibilidades, yo iba fabricando artículos sobre este pasmoso espectáculo que yo veía burbujear y vociferar ante mis ojos maravillados —¡Nueva York!— y todo este tiempo yo sabía que algún novelista emprendedor no tardaría en aparecer para pintar toda esta maravillosa escena de un solo trazo gigantesco, atrevido, definitivo. Estaba tan preparado, tan maduro, como si hiciera señas… pero nunca llegó a ocurrir. Para mi gran asombro Nueva York permaneció sencillamente como la mina de oro del periodista. El caso es que los novelistas parecían retroceder ante la vida de las grandes ciudades en su totalidad. El pensamiento de tener que habérselas con semejante tema parecía aterrarles, confundirles, hacerles dudar de sus propias facultades. Y además, esto habría significado tener que medírselas con el realismo social, por añadidura.
Wolfe en Manhattan. 1968. Sam Falk. The New York Times
Para mi todavía mayor asombro, tuve la misma experiencia cuando descubrí la California de los años sesenta. Era la auténtica incubadora de los nuevos estilos de vivir, y esos estilos estaban justo allí para que todos los vieran, al alcance de cada globo ocular… y una vez más unos cuantos periodistas sorprendidos que cultivaban la nueva fórmula lo tenían todo para ellos, hasta el movimiento psicodélico, cuyas ondas se perciben aún en todos los confines del país, como el latido intergaláctico. Escribí The Electric Kool-Aid Test y aguardé luego las novelas que estaba convencido caerían de la experiencia psicodélica… pero tampoco llegaron nunca. Supe más tarde que los editores las habían estado esperando también. De hecho habían estado pidiendo a gritos novelas de los nuevos escritores que debían de andar por alguna parte, los nuevos escritores que harían las grandes novelas de la vida de los hippies o la vida en los campus o los movimientos radicales o la guerra del Vietnam o la droga o el sexo o los militantes negros o los grupos de encuentro o toda esa vorágine a la vez. Esperaron, pero todo lo que obtuvieron fue el Príncipe de la Alienación… haciéndose a la mar con rumbo a Isla de la Soledad en su buque Tarot vuelto de espaldas con su capa de Eternidad puesta, apestando a bolas de alcanfor.
Pasmoso, como ya digo. Ya que nada más se había hecho, esto quedaría. Los Nuevos Periodistas —Paraperiodistas— tenían todos los años sesenta locos de Norteamérica, obscenos, tumultuosos, maumau, empapados en droga, rezumantes de concupiscencia, para ellos solos.

Viejo ejemplar de El Nuevo periodismo.
Wolfe, Tom(1977) El nuevo periodismo. Sexta edición1994 .Traducción de José Luis Guarner. Barcelona, Anagrama p.p. 48-49
LITERATURA y CINE. Larga y fecunda complicidad
mayo 15, 2018 de 3:38 am | Publicado en Artículos sobre Literatura, Comentarios diversos, Comunicación y Cultura, Documentos | Deja un comentarioEtiquetas: Cine en la literatura, Literatura en el cine, Narración y cine, Películas basadas en novelas
Desde que el cine dejó de ser sólo registro repetido de escenas de la cotidianidad, Cine y Literatura caminan juntos. Se trata de un influjo de doble vía. Ahí está la presencia del cine en el realismo literario del siglo XX con el movimiento de las imágenes, las posibilidades de la edición en las elipsis y resúmenes de la prosa artística donde las trasposiciones de tiempo y los juegos de perspectiva del narrador, entre otros recursos, se convirtieron en características de la narración.
Son innumerables las obras que contienen referencias directas e innumerables guiños que nos colocan frente a las preferencias cinematográficas de poetas y narradores. Y es que desde la primera proyección cinematográfica nada fue igual en el mundo. Y la literatura no podía permanecer ajena a este sacudimiento. Lo que sigue es un rápido repaso es cuánto le debe el cine a su cómplice más persistente: la literatura.
De otro lado, sin ella, sin las historias nacidas en la literatura, el cine hubiera carecido de algunas de sus más brillantes concreciones desde los primeros años de su expansión. Así tenemos la novelística de Julio Verne dando forma a las ideas de Melies en los albores del cine, con Dos mil leguas bajo el mar o Viaje a la Luna, por ejemplo. Igualmente, Quo Vadis (basada en la obra de Sienkiewicz, publicada en 1896) con una primera versión en 1901 de Ferdinand Zecca, y en la primera década del XX, en 1913, la versión dirigida por Enrico Guazzoni. Habría también que señalar que desde los primeros momentos el cine empieza a reproducir algunas historias de La Biblia.
La necesidad de alimentarse de temas y la existencia de una enorme herencia en todas las lenguas de esas observaciones prolijas de la vida que es la literatura ha hecho que una y otra vez, al margen de estilos, naciones y épocas, ésta haya surtido de material inmejorable al cine. En 1901, Walter R. Booth, recurrirá a Charles Dickens en su Canción de navidad y en 1924, Harry Pollard a M. Twain para dar vida a La cabaña del tío Tom.
Desde fines de la primera década del XX, cuando los argumentos empiezan a repetirse colocando al cine al borde de una crisis, la búsqueda en la literatura se hará aún más consciente. Francia propugna el “film d’arte”, con adaptaciones de Dumas, Zola, Daudet, Balzac o Victor Hugo (como Los miserables, filmada por Capellini).
El fenómeno del cine basado en obras literarias fue extendido. Así en Italia se rueda Los últimos días de Pompeya (basada en la novela del escritor inglés George Bulwer Lytton, publicada en 1834). Y La dama de las Camelias (1937) y El conde de Montecristo de Frank Boggs (de la mano de Dumas) estarán entre las primeras obras rodadas en un modesto lugar de los Ángeles, llamado Hollywood.
El teatro también aporta lo suyo, muchas veces con el préstamo de actores y actrices, tal es el caso de la formidable Sara Bernhardt, que bajo la dirección de Adolph Zukor da vida a Isabel, reina de Inglaterra (1912) basada en la novela Emilie Moreau, calificada de obra mediocre y sin embargo, un éxito de taquilla.
Con el fin de la Primera Guerra nace una nueva manera de concebir el arte en general: Dadaísmo y sus experimentaciones; De Chirico y la pintura metafísica; los caligramas de Apollinaire, los collages de Max Ernst y la literatura de Joyce, Proust o Kafka, etc. Se observa, además, el surgimiento del expresionismo. Concepción que no es exclusiva de la literatura pero que logra en la novela, la poesía y el teatro notables realizaciones.
En este contexto se produce el expresionismo alemán con obras como El gabinete del doctor Caligari (1919) de R. Wiene quien adaptará también a Dostoyeski en Raskolnikoff (1921). En el mismo año Friedrich Murnau con Nosferatu, el vampiro basada en la novela de Bram Stoker (Drácula, 1897) inicia la saga de vampiros en el cine, reactualizada en 1992 por Coppola y su Bram Stoker’s Drácula.
En el cine soviético de entreguerras encontramos a Pudevkin y su versión de La madre (1926) de M. Gorki.
A lo largo del siglo XX la lista se hace interminable. Lo que el viento se llevó (1939) de Víctor Fleming se basa en la novela de Margaret Mitchell. Entre los autores clásicos, Shakespeare será un filón inagotable: Julio César de Mankiewicz (1953), Hamlet (1948) dirigida por J. Houston, Macbeth del mismo año será filmada por Orson Wells , el mismo que rendirá culto a la literatura también con Othelo (1951), El proceso (1962) que recrea la novela de Kafka. Un tranvía llamado deseo (1951) de Vicente Minelli se basa en la obra del mismo nombre de T. Williams. Mankiewicz con El americano tranquilo de Graham Greene, 1958 y De repente en el verano, de 1959, continúa adaptando la literatura al cine. Los miserables de Víctor Hugo, continuó dando origen varias películas, entre las primeras, está también la de Raymond Bernard de 1934.
En 1959, Vidor lleva a la pantalla La guerra y la paz de Tolstoi, y Ben Hur de Wallace es una adaptación del libro de William Wyller. De aquí a la eternidad (1953) será la versión de Fred Zinnemann a la novela de James Jones.
El neorrealismo italiano también le debe a la literatura obras memorables, baste citar Ladrón de bicicletas (1948) de De Sica, novela de Luigi Bartolini. En la década de los sesenta, Visconti dará vida al El gatopardo de G. T. De Lampedusa y Muerte en Venecia de Tomas Mann (con la inolvidable banda sonora, homenaje a Mahler).
Hitchcock se apoya en la obra de Robert Block para su Psicosis (1960) y Stanley Kubrich en Espartaco recrea la novela de Howard Fast.
Igualmente, Días de vino y rosas filmada en 1963 toma el tema de Desayuno con diamantes, novela de Truman Capote. Pier Paolo Pasolini rendirá homenaje a Boccaccio con Decameron y Teorema será no sólo una obra cinematográfica sino también una novela de su autoría.
Como se ve, la segunda mitad del siglo no fue menos pródiga al mostrar esta fecunda confabulación de ficciones, verdad de las mentiras, como dice Mario Vargas Llosa, en las que “bulle una inconformidad, late un deseo” y nos atrapan porque “casi todos quisieran una vida distinta de la que viven”.
Lolita, de Navokov será adaptada por Adrián Lyne en 1962; El doctor Zhivago de Boris Pasternak, llevada al cine por David Lean en 1965; La naranja mecánica, basada en la obra homónima de Anthony Burgess, es llevada al cine en 1971 por Stanley Kubrick; El padrino de Mario Puzo, adaptada por Francis Ford Coppola en 1972; El exorcista de Peter Blatty, en 1973 es dirigida por William Friedkin. El nombre de la rosa de Umberto Eco, por Jacques Annaud en 1986; en el año 1993, Steven Spielberg filma La lista de Schindler, basada en la novela El arca de Schindler, del escritor Thomas Keneally.
La lista es larga en lo que va del siglo XXI. Por ejemplo, El código Da Vinci es la versión cinematográfica de Ron Howard, en el 2006, de la novela de Dan Brown. Brooklyn, del 2015 está basada en la novela del periodista y narrador irlandés Colm Toibín. Cincuenta sombras de Grey basada en una novela de E.L. James, seudónimo de Erika Leonard Mirtchell, es llevada al cine por la realizadora Sam Taylord-Wood en 2015.
UNA INTERMINABLE COMPLICIDAD
No sólo en la elección y disposición de elementos narrativos se percibe la huella poderosa del cine en la literatura, sino también en los componentes del mundo creado: personajes, locaciones, diálogos intertextuales, cambios en la ubicación del narrador o presencia del narrador múltiple y planos detalle, etc. De otro lado, la persistente entrega de temas e historias tomadas de la literatura enriqueciendo el arte cinematográfico, dan persistente cuenta de una interminable complicidad.
Referencias, entre otras:
Casetti, Francesco. (1994) Teorías del cine 1945-1990. Madrid, Cátedra,
Vargas Llosa. (1990) La verdad de las mentiras. Lima, Peisa,
Varios. (1995) Historia del cine. 1895 – 1995 tt. 5 Madrid, Euroliber S.A.
ESTA ES UNA VERSIÓN ACTUALIZADA Y AMPLIADA DE UNA ENTRADA PUBLICADA EL 15 DE SETIEMBRE DE 2006, LA MISMA QUE REITERABA UNA VERSIÓN IMPRESA, REGISTRADA EN LA BUTACA SANMARQUINA© UNMSM. Cine Arte del Centro Cultural de San Marcos ISSN versión impresa: 1810-830X Nº 11, 2002
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